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Ocaña
Flechazo de un cacique decapitado en Hacarí
Historias del encanto barí.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Categoría nota
Viernes, 12 de Agosto de 2022

 

Con distintos actos culturales, artísticos, deportivos y religiosos los habitantes de la zona del Catatumbo celebran los 242 años de existencia del municipio de Hacarí.


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En medio de la efeméride se narran historias de los ancestros que han dejado huella en la sociedad y fortalece la herencia a través de la tradición oral. 

Cuentan los abuelos que los indígenas sostuvieron sangrientas luchas con los españoles por la defensa de los territorios, en señal de escarmiento fue decapitado el cacique y la cabeza enterrada en el parque de esa población. 

En la huida profirieron conjuros y dejan encantados todos los caminos hasta el lugar donde está enterrada la testa del máximo líder. De ahí surge la leyenda, donde todo forastero que pise la cabeza del cacique Hacarí, se enamora de la tierra, contrae matrimonio con un habitante oriundo de esa región y se queda para siempre en esa población.


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La estudiante de quinto semestre de Comunicación Social de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, Aneth Michell Álvarez Ropero, fue coronada como la reina del encanto barí. Ella cuenta  que desde niña escucha la leyenda y se compromete a promover los programas de formación, ya que la región tiene una riqueza cultural.
   

Vivas se mantienen las tradiciones orales en el municipio de Hacarí con la historia del encanto barí. Quien pise la cabeza del cacique se enamora de la región y se queda para siempre.
 
El cupido de los aborígenes

Muchos idilios se han tejido en esa población rodeada de cerros donde propios y visitantes respiran un ambiente especial.

Las mujeres ya no elevan las plegarias a San Antonio para conseguir a su príncipe azul, sino que desfilan por el parque principal con la ilusión de pisar la cabeza del cacique y caer en las redes del amor.
 
Médicos, enfermeras, sicólogos, maestras, abogados, arquitectos, ingenieros, policías, soldados, campesinos, comerciantes, turistas y estudiantes, sin distingo de color, raza o estrato social sienten el embrujo y pierden la cabeza ante los encantos.
 
El gestor cultural Darwin Contreras Acosta asegura que la leyenda simboliza la unión de parejas donde el indígena casamentero fue decapitado por los conquistadores y la cabeza enterrada en el parque principal del caserío. 


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“Muchos profesionales dan testimonio de ese encantamiento y han formalizado su hogar en la región”, agrega el escritor.

Vivas se mantienen las tradiciones orales en el municipio de Hacarí con la historia del encanto barí. Quien pise la cabeza del cacique se enamora de la región y se queda para siempre.

 

Las historias se propagan de generación en generación y hacen parte del imaginario popular. El ingeniero civil ocañero, Sabier Alberto Mejía Rizo, en el año 2004, durante la administración de Aníbal López fue contratado para la restauración del parque principal y en esas andanzas pisó la cabeza del cacique. 

“Eso es verídico, no falla, me tropecé con la bibliotecaria del pueblo, Eliana Lorena Parada y fue amor a primera vista, ya tenemos tres hijas, fruto de ese enamoramiento, vivo feliz y contento al lado de mi familia”, señala.

Otro que da fe del encanto del pueblo barí, es el actual representante a la Cámara por las víctimas, abogado Diógenes Quintero Amaya, quien asegura que sus dos hijas es el producto de ese amor reflejado por la cultura barí. 

“Sí funciona, estoy orgulloso de esa leyenda que identifica a nuestro pueblo”, exclamó.

Los empedernidos solterones deseosos de saborear las mieles del amor tienen la posibilidad de alistar las maletas y dirigirse al pueblo del encanto barí para que el espíritu del cacique que pernocta en los alrededores del parque haga el milagro.


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Las flechas del cupido indígena atravesarán los corazones y premiará la osadía con la prolongación de su existencia, indica el escritor Darwin Contreras.


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