El clamor de los presos
Aparte de la dilación en los procesos judiciales y el creciente hacinamiento de los últimos días debido a los resultados operacionales, las personas privadas de la libertad denuncian irregularidades en el suministro de los alimentos.
Manifiestan que algunos de los productos llegan en estado de descomposición y causan problemas estomacales. “Nosotros somos humanos y merecemos una alimentación en buen estado, pero estamos recibiendo tratamiento como si fuéramos animales”, dijo uno de los internos.
Señalan que los alimentos por lo general llegan crudos, mal cocidos y genera problemas en las vías digestivas, lo que puede ocasionar una emergencia sanitaria por la carencia de excusados en el interior de las celdas.
Solicitan el ingreso de la comida enviada por familiares y se quejan de los excesivos controles, ya que pueden ir camufladas sustancias alucinógenas y en el peor de los casos, armas.
Particulares tampoco pueden llevar alimentos, porque cualquier intoxicación genera sanciones al personal de custodia.