Causar terror y pánico en la comunidad es más fácil de lo que se pensaba y los grupos armados ilegales lo tienen muy claro. El Eln demostró el martes que en cualquier momento puede alterar la tranquilidad en Cúcuta y Norte de Santander, con amenazas de atentados con explosivos y con el asesinato de policías.

La Opinión consultó a un experto en explosivos y constató que fabricar un artefacto intimidante como los que usa esta guerrilla cuesta entre $70.000 y $100.000, lo que facilita mucho más el accionar terrorista de esta organización armada ilegal.

Sorpresivamente, algunos materiales necesarios para crear un artefacto explosivo tienen un costo entre $2.000 y $5.000. Además, los elementos son de fácil acceso y el Eln también aprovecha para robarse algunos de ellos, ya que se utilizan en la minería.

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Lo más paradójico es que con una carga aproximada de 5 kilos de anfo artesanal causa la dimensión de daños como lo ocurrido en el atentado contra las instalaciones de la Secretaría de Tránsito de Villa del Rosario, la noche del domingo.

Las granadas

Una granada IM-26, que comúnmente es usada en los atentados, especialmente en la capital de Norte de Santander, tiene un costo de $100.000 en el mercado negro.

“Para generar terror no se necesita de una logística grande ni tampoco de mucho dinero. Lo que se sabe del Eln es que le gusta entrenar a muchos de sus integrantes en explosivos, para tener esta ‘as’ bajo la manga y así alterar el orden público”, explicó el experto.

Celebración llena de terror

Desde las 2:00 de la madrugada del martes se iniciaron las alertas en diferentes puntos de la ciudad, como el Anillo Vial Oriental, que cerca de un reconocido centro comercial, esta guerrilla dejó un cilindro de gas en la mitad de la vía, pintado con las siglas del Eln, provocando pánico.

Asimismo, en el barrio Siglo XXI, de la ciudadela La Libertad, fue instalada una bandera, como sucedió en la entrada del barrio 6 de Enero y en la subida del Indio, por Juan Atalaya.

Las acciones se trasladaron también a la zona rural de Cúcuta, como en el corregimiento Aguaclara, donde los miembros del Eln instalaron un cilindro bomba alrededor del cementerio, que finalmente fue destruida de manera controlada por el Ejército.

Además, en la entrada de Puerto Santander, también fue abandonada una motocicleta con un cilindro, por lo que las unidades del grupo Marte, del Ejército, llegaron a desactivarla. En ese momento, los militares se enfrentaron a balazos con dos hombres que tenían tres rampas para lanzarles 57 tatucos y finalmente fueron capturados.

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