Tras el retorno del Cúcuta Deportivo a los torneos de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor), este semestre  en el Torneo de la B, la fiesta de los hinchas también regresó a las tribunas del estadio General Santander.

Sin embargo, en uno de los  últimos encuentros del Torneo Finalización, los aficionados se llevaron un gran susto cuando los seguidores de la Banda del Indio que fueron trasladados de la tribuna sur a la oriental, por sanción de la Dimayor, comenzaron a saltar en las gradas y por el peso, varios cascajos de cemento se desprendieron lo que obligó al Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (IMRD) a reubicar de nuevo a los jóvenes a su habitual sitio y evitar que se presentara alguna situación delicada.

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Pasados los días y terminado el campeonato para el Cúcuta, al no conseguir la clasificación a las finales,  La Opinión dialogó con Óscar Montes Ararat, director del IMRD para conocer en detalle realmente si la estructura de la tribuna sufrió algún daño que atente contra la integridad de los aficionados, y saber si se tiene planeado hacer reparaciones para su reforzamiento de ser el caso.

Tres décadas sin mantenimiento

La tribuna oriental se comenzó a construir hace 33 años en la administración de la exalcaldesa Margarita Silva y su inauguración se dio en 1992. Desde entonces no le han hecho un mantenimiento riguroso.

Ni si quiera cuando se comenzó la construcción de la tribuna occidental (de sombra) en 2007, en la administración del entonces alcalde Ramiro Suárez Corso (obra que fue presupuestada en $13.200 millones y que superó los $20.000 millones) ha recibido la atención adecuada.

Al respecto Montes Ararat indicó que el estadio se volvió una especie de colcha de retazos o de parches y lo que necesita el es una inversión general, pero el IMRD y la Alcaldía no cuentan con los recursos para hacerlo.

Para ello necesitan del aporte de la Gobernación y del Ministerio del Deporte o de lo contrario será difícil mejorarlo. El costo cercano de una readecuación total sería de los $25.000 millones.

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“El tema de la tribuna oriental es un asunto que hemos venido trabajando con el personal encargado y estado específico es que presenta un deterioro, en el desprendimiento del concreto de las gradas, producto de los años, aclarando que no hay riesgo desde el punto de vista de la estructura de que haya un colapso” afirmó Montes Ararat.

El funcionario agregó que habló con los constructores que hicieron la tribuna, el arquitecto Guillermo González Zuleta quien le manifestó que “ellos nos dijeron que no hay ningún riesgo de colapso de la estructura, pero si debemos comenzar acciones inmediatas sobre esa base”.

La tribuna oriental podría ser inhabilitada para el primer semestre de 2023, según el IMRD.

Inversión urgente

No obstante, Montes Ararat  recalcó que como entidad responsable del escenario se requiere de una alta inversión.

“Por lo pronto es un proyecto costoso que puede estar por el orden de los $3.000 millones (únicamente la tribuna oriental), iniciar el reforzamiento de la estructura, sin desconocer que el estadio tiene otras falencias como la parte hidroneumática en el que hay cambiar toda la tubería. Hay que hacer una refacción de las motobombas (que dan lo que pueden), estamos evaluando todos esos aspectos y ver qué vamos a hacer el siguiente semestre con el estadio. Debemos tomar medidas”, subrayó.

Así, para el próximo año la tribuna podría ser inhabilitada toda o una parte para hacerle alguna reparación.

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“Es posible que para el 2023 no se habilite la tribuna oriental o una parte de ella en la zona alta (segundo piso) sería lo más factible”, aseveró el director del Instituto.

Montes reiteró que no se trata de un tema de vigas o de sedimentación, es un tema de la gradería que ha generado un desprendimiento del concreto (caída de cascajos) y que debe hacerse una reparación al respecto.

Asimismo, Montes Ararat fue enfático y dijo que al estadio no se pueden seguir haciendo literalmente ‘remiendos’. Sostuvo que lo necesario y recomendable, en este caso, es no realizar más obras aisladas “No podemos estar arreglando una y otra cosa. El estadio se llenó de parches y de ese tipo de reparaciones cortas. Necesitamos una inversión completa del escenario (readecuación)”, aseguró.

El director del IMRD sostuvo que al estadio no se le pueden seguir haciendo pequeños arreglos se necesita el respaldo de Mindeporte y la Gobernación.

Mindeporte, oídos sordos

Montes Ararat dijo que desde el anterior Gobierno del presidente Iván Duque Márquez le solicitaron la ayuda al Ministerio del Deporte, pero nunca fueron escuchados y ahora más que nunca necesitan de su colaboración para mejorar las instalaciones del General Santander.

“Nos negaron la reparación del estadio General Santander. Volveremos a insistir (ahora con el actual gobierno) tenemos cita para mediados de noviembre con la ministra María Isabel Urrutia, para solicitarle su apoyo. Mindeporte no nos ha ayudado para nada con infraestructura deportiva,  ni siquiera con el techo del coliseo menor Eustorgio Colmenares Baptista, en el que la Alcaldía va a invertir $4.000 millones”, sostuvo.

La idea a largo plazo es  contar con los recursos y el estadio más modernizado y acorde a las necesidades que exigen la FIFA, la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor.

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