No hay voluntad
La Opinión escudriñó en la actual administración de Jorge Acevedo, para saber qué ha pasado con la nomenclatura que hizo el IGAC para el municipio en el mandato de Donamaris Ramírez, a lo cual Michel Medina, de la Subdirección de Servicios Públicos, mencionó lo poco o nada que se avanzó en anteriores mandatos.
Al analizar en los archivos, se encontró que la anterior directora de Planeación, Marcela Rodríguez, proyectó solicitar aproximadamente $1.600 millones del rubro de estratificación socioeconómica para hacer una revisión de la nomenclatura en la ciudad.
“Pero esto quedó como proyecto y nunca se adelantó, porque los recursos no se consiguieron en atención a que entró en operación el catastro multipropósito, que es el que tiene esa obligación relacionada con lo predial”, fue la revelación de Medina.
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La Opinión conoció que la Alcaldía de Cúcuta tiene contemplada la actualización de las nomenclaturas desde la dirección del Catastro Multipropósito, pero no se conocen ni la fecha ni el presupuesto para este fin.
Para Camacol Cúcuta y Nororiente, en la nomenclatura es necesario tener una homogeneidad en las direcciones y en el crecimiento urbanístico de la ciudad.
Andrés Ramírez, presidente de la junta directiva del gremio constructor, reseña que los desarrollos desordenados afectan el buen funcionamiento y que una región que está buscando tener relevancia en materia turística es importante contar con una nomenclatura actualizada que haga más sencillas la movilidad y la orientación del turista.
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A juicio del constructor Raúl Andrés Colmenares, gerente técnico de Viviendas y Valores S.A., la nomenclatura en Cúcuta es una cuestión crítica porque no se conoce en manos de quien está la responsabilidad de sacar adelante una solución.
“Es fundamental que se pueda dar para poder crecer de forma organizada y que la ciudad tenga un orden claro en su movilidad y su desarrollo”, comenta Colmenares.
Según este profesional, el no contar con nomenclatura les genera a los constructores traumas a la hora de los trámites de creación de los predios, “pues debemos hacer la consulta a las curadurías y ellos son las que nos generan esta certificación, una vez creada procedemos a asignarla a los inmuebles. Pero a ellos en algunos sitios les dificulta poder otorgarla pues como usted sabe en la ciudad hay diferentes nomenclaturas según los barrios”, lamentó Colmenares.