Hacer un trasplante de células madre ha sido una de las alternativas para Jhonatan Mauricio Ríos Lozano, un hombre de 32 años quien hace tan solo unas semanas se convirtió en la persona más joven en acceder a este procedimiento en Norte de Santander.
Jhonatan quien desde niño fue diagnosticado con linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático y que no era frecuente en personas de su edad, se sometió a un primer trasplante en Bogotá hace 17 años, que le permitió vivir más de una década con la remisión de su enfermedad.
Sin embargo, aunque sus esperanzas estuvieron puestas en no volver a presentarla, tiempo después este cáncer volvió a surgir en su organismo, y luego de someterse a varios análisis con especialistas de la Clínica Medical Duarte y saber que su cuerpo estaba apto para recibir un segundo trasplante, fue sometido a este procedimiento en 2023.
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“Todo comenzó a mis nueve años de edad, mi vida cambió cuando me hicieron el diagnóstico, me sometí a un primer trasplante y luego después de ver que el mal regresó a mi cuerpo muchos años después se optó por hacer otro trasplante de células madre. Es decisión de uno como paciente, pero también de lo que el médico determine. Llegué con una recaída y esta vez los afectados por el cáncer fueron los riñones” relató.
Jhonatan cuenta que a pesar de haber tenido una primera experiencia hace años con el trasplante de células siendo tan joven, en esta segunda ocasión vivió de una manera más fuerte el procedimiento y todo lo que conllevó a su recuperación, al pasar 24 días en la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopéyicos (UTPH) de la clínica.
“Es un paciente muy joven que tuvo un diagnóstico muy infrecuente en la etapa pediátrica porque es muy raro que este linfoma se presente en la preadolescencia, es más frecuente en los adultos jóvenes. Los trasplantes se pueden hacer varias veces, dependiendo de la enfermedad, cuando es una que se repite se puede volver a hacer y se dice que es exitoso cuando la enfermedad se controla por más de dos años”, aseguró Silvio Andrés Bolaños, hematólogo trasplantólogo, quien se encargó del tratamiento de Jhonatan.
El procedimiento
En entrevista con La Opinión el especialista explicó cómo funciona este procedimiento y lo que se tiene en cuenta para saber que un paciente es o no apto para practicarlo.
“El trasplante lo que hace es que moviliza las células madre hematopoyéticas, que son las células más inmaduras que hay en la sangre, las precursoras y que están alojadas en la médula ósea. Se hace una técnica que se llama movilización con un medicamento especial que se aplica durante cinco días consecutivos, lo que hace que esas células se liberen a la sangre periférica y cuando ya están allí, a través de una técnica que se llama recolección, que se hace con un catéter en las venas grandes del cuerpo, se van sacando”, indicó.
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Luego de este proceso, las células son guardas en un medio especial, donde se congelan para que no mueran a unos -70°c, mientras en unos días, el paciente es sometido a altas dosis de quimioterapias en un proceso llamado acondicionamiento, para que la enfermedad hematológica “se termine de desaparecer y prolongue la remisión o curación del paciente”.
“El paciente recibe una dosis alta de quimioterapia, el equivalente a un tratamiento de seis meses en una semana, entonces ya el paciente con su médula ósea insuficiente, lo que uno hace con lo que congeló antes de empezar la quimioterapia es volverlo a sembrar”, explicó.
En este momento, el paciente llega a una condición llamada displasia, donde “las células de la sangre están prácticamente en 0” y es dependiente de transfusiones, hasta que las células que se sembraron injertan y vuelve otra vez a funcionar la médula ósea.
¿Cómo identificar que un paciente es apto?
Según el especialista, los pacientes que son aptos para el tratamiento dependen del diagnóstico porque no todas las enfermedades oncológicas se pueden tratar con trasplante, solamente algunas en caso de tumores sólidos o tumores hematológicos.
“Dependiendo del diagnóstico uno podría trasplantar a los pacientes, por ejemplo en linfomas recaídos o el mieloma múltiple. Todos los pacientes que tuvieran ese diagnóstico debieran ir a trasplante, lo que pasa es que no todos pueden porque hay unas variables que los condicionan”, indicó.
Entre ellas la edad de los pacientes, pues adultos mayores no podrían hacerlo debido a que el tratamiento de acondicionamiento con quimioterapia es tan fuerte que podrían fallecer.
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Además de las personas que tengan alteraciones en sus órganos como problemas en el corazón, dependencia de diálisis, falla hepática, entre otras.
¿Hay diferentes tipos de células madre? ¿Quién es el donante?
Bolaños cuenta que en el organismo hay células madre en toda partes, pero no todas con capaces de restablecer lo que se llama la hematopoyesis, la médula ósea, por lo que se seleccionan las que tienen el marcador específico CD34, que son las capaces de volver a darles la función a las células de la sangre para que vuelvan otra vez a ser independientes.
De igual manera, los trasplantes se pueden hacer varias veces, como en el caso de Jhonatan y dependiendo de la enfermedad del paciente.
En cuánto al donante, existen varios tipos, pues las células madre pueden ser donadas por la misma persona, un familiar o una persona voluntaria del Registro de Donantes de Médula Ósea.
Los retos en Norte de Santander
La clínica Medical Duarte en 2022 realizó el primer trasplante de células madre en la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (UTPH) y desde aquel momento hasta la actualidad ha realizado cuatro procedimientos de este tipo, siendo la primera en Norte de Santander habilitada para estos tratamientos.
Por lo que según los especialistas, uno de los principales retos ha sido que los nortesantandereanos conozcan que en esta región del país se pueden practicar estos tratamientos sin necesidad de trasladarse a otros lugares para poder acceder a ellos.
Jonathan el paciente más joven en Norte de Santander
Jhonatan Mauricio Ríos es el último paciente que ha recibido este tratamiento en la unidad y cuenta que desde que se decidió hacer el trasplante, continuó el trámite con su Eps para poder acceder a él.
El hombre de 32 años asegura que desde el momento en que recibió el trasplante, se hizo un control diario sobre su proceso de recuperación.
Y ahora aunque ya se encuentra desde casa, continúa asistiendo a chequeos y controles para seguir con su evolución y se encuentra en la búsqueda de ayudas económicas por parte de la comunidad, debido a que desde el tiempo en que volvió a ser diagnosticado con esta enfermedad no le fue posible continuar ejerciendo el oficio al que antes se dedicaba: la construcción.
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