La situación que enfrenta el mundo entero tras la pandemia no ha sido fácil para nadie, y mucho menos para las poblaciones de escasos recursos, donde con esfuerzo diario luchan por sobrevivir, pues sus reservas no son las suficientes para suplir las necesidades que nacen producto de la cuarentena.
Conoce la historia de Estefany, una niña de 10 años que ha tenido que batallar con su dificultad visual, situación que ha convertido en reto su aprendizaje. Anteriormente contaba con unos lentes que le ayudaban a ver mejor, pero ahora debe esforzarse más, pues ya no cuenta con ellos, y en medio de la dificultad ha tenido que recurrir a una lupa, que le prestaba uno de sus vecinos.
La pequeña vive en un asentamiento en el municipio de Los Patios en compañía de Doña Dayana, su mamá, y tres hermanitos más. Su padre falleció producto de un cáncer que le ganó la batalla. La situación económica de su familia no es la mejor, no cuentan con casa propia, así que deben pagar arriendo y apenas logran sobrevivir con la venta de verduras de su mamá.
La situación para Estefanía se agudizó aun mas cuando iniciaron las clases virtuales, ya que en su casa no cuenta con celular, mucho menos un computador y ni qué decir del servicio de internet.
La profesora de la niña, compadeciéndose de las condiciones económicas y de salud de ella, decidió imprimirle las guías con un tamaño de letra más grande, ya que ella sabía que la pequeña estaba utilizando una lupa para poder resolver sus tareas.
Ahora bien, hacerle llegar las guías hasta su casa se convirtió en otra odisea, así que la profesora expuso el caso a una madre de uno de sus estudiantes, la cual es esposa de un policía de Infancia y Adolescencia. La mujer dijo que hablaría con su esposo y que estaba segura que él ayudaría a la estudiante.
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Efectivamente así sucedió; el Subintendente Fontecha apenas se enteró de lo que se necesitaba, habló con la docente y se comprometió a llevarle cada ocho días las guías de la semana a la valiente Estefany, y precisamente, al llegar por primera vez hasta su casa, se enteró del estado de necesidad en el que vivía la niña con sus tres hermanitos y la señora Dayana, su madre.
Es ahí donde el señor Subintendente decidió buscar a otros compañeros de trabajo para que unieran esfuerzos y se solidarizaran con esta familia. Vinculó entonces al señor Intendente Alfonso Burgos, quien aceptó con agrado la invitación y se pusieron manos a la obra para conseguirle los lentes que Estefany estaba necesitando.
Después de realizar algunas llamadas durante varios días, el señor Intendente Burgos da un parte positivo, manifestando que se comunicó con el Optómetra Álvaro Reyes, quien ofreció aplicar los exámenes de Estefany totalmente gratis. El generoso médico también los comunicó con el Doctor Jaime Parra, propietario de un reconocido almacén de lentes y monturas, quien no dudó en dar el sí a la petición de donar los lentes para la paciente en cuestión.
Se llegó el día de los exámenes, los uniformados de Infancia y Adolescencia llevaron a Estefany y a su señora madre al consultorio del Doctor Álvaro, quien procede al ejercicio de revisión y diagnóstico, el cual se hace respetando todos los protocolos de bioseguridad establecidos para la prevención de la COVID-19.
El día no había terminado, de allí salieron directo a donde el Doctor Jaime Parra, quien alegre y motivado por la labor social, recibe a la paciente y sus acompañantes. Estefany le entregó la fórmula y escoge a su vez, el color de la montura de los que van a ser en adelante, la gran ayuda para ver el mundo con una mejor calidad.
El día esperado llegó, y nuevamente el vehículo de Infancia y Adolescencia hace el recorrido muy cerca de la humilde vivienda, ya que no es posible llegar el vehículo hasta allá. Recogieron a la protagonista de esta historia y a su señora madre para se dirigirse al lugar donde le fueron entregados a la menor, los lentes que necesitaba y anhelaba.
Así mismo, la señora Dayana y Estefany, agradecen la gran disposición de la Policía de Infancia, la profesora y desde luego, a los doctores. Ahora la estudiante, podrá disfrutar de una mejor comodidad visual sin tener que volver a pedir prestada la lupa y tampoco habrá la necesidad de aumentar la letra de sus guías.