El exvicepresidente Germán Vargas Lleras llegó ayer a Cúcuta, como parte de la gira que viene haciendo desde hace varias semanas por las regiones, para conversar con los empresarios, analizar la situación del país y, de paso, motivar a la militancia de Cambio Radical a que participe de manera activa en las elecciones locales y regionales de octubre.
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Después de cinco años de no pisar tierras nortesantandereanas, tras las elecciones presidenciales de 2018, Vargas se mostró preocupado por el panorama actual del departamento, especialmente en lo que respecta a los sectores de infraestructura y vivienda, que impulsó como ministro del entonces presidente Juan Manuel Santos.
“La construcción, que fue un motor de desarrollo y empleo gracias a los programas de vivienda gratis, Mi Casa Ya, o importantes obras de infraestructura, hoy, prácticamente está parada. Acá, como en el resto del país, llevan 10 meses esperando que el Gobierno haga algo”, manifestó el exvicepresidente, luego de escuchar las quejas e inquietudes de los gremios de la región.
Dijo que es evidente la incertidumbre y zozobra que se siente entre el empresariado de Norte de Santander, por la crisis institucional desatada esta semana, a raíz del escándalo que salpica a dos de los funcionarios de mayor confianza del presidente Gustavo Petro: su exjefa de Gabinete, Laura Sarabia, y el exembajador en Venezuela, Armando Benedetti.
Durante el encuentro con los sectores productivos del departamento, el cual contó con una gran afluencia, los participantes se refirieron también a la delicada situación de orden público y seguridad que golpea a Cúcuta, su área metropolitana y el departamento.
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En ese sentido, Vargas Lleras aprovechó para insistir en las críticas al proyecto de ‘Paz total’ que se ha convertido en una bandera del gobierno Petro, pero que ya empieza a generar ampolla, por la forma como los grupos al margen de la ley lo están aprovechando para ganar ventaja en los territorios.
“No paran las extorsiones, boleteos, secuestros y hurtos a comerciantes, tenderos, palmeros, cacaoteros en esta región. Todos los palmeros del Catatumbo están extorsionados y arrinconados por la inseguridad. Más de 10.000 empleos en riesgo de perderse”, reprochó el exvicepresidente.