Una semana después de que fuera trasladado a Bogotá, por orden del Inpec y ante los posibles actos de indisciplina que rodearon su estadía en el piso 11 del Hospital Universitario Erasmo Meoz, el exalcalde de Cúcuta Ramiro Suárez Corzo fue dado de alta este jueves de la Fundación Hospital San Carlos, en Bogotá, y llevado a la cárcel La Picota.
El exmandatario estará recluido en el pabellón de políticos y funcionarios públicos del complejo carcelario.
Suárez permanecía incapacitado desde el 19 de julio pasado, justo después de que el Juzgado Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Cúcuta decidió revocarle el beneficio de casa por cárcel y ordenó su reclusión, nuevamente, en el complejo carcelario de la ciudad.
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Aunque su estado de salud se convirtió en el principal argumento para que en el Erasmo Meoz le prolongaran durante más de mes y medio su permanencia en la habitación 1101, en menos de ocho días, el Hospital San Carlos, en Bogotá, consideró que su condición no ameritaba mantenerlo más tiempo internado.
Como lo contó La Opinión días atrás, Suárez ingresó al Huem, en Cúcuta, con el siguiente diagnóstico: “contexto de trauma raquimedular, trauma abdominal cerrado, lumbago con ciática, diabetes tipo 2 no insulinorequiriente, neuropatía diabética, dolor somatomorfo de difícil manejo”.
En el documento que emitió el personal médico que lo atendió durante su ingreso al Hospital, se dejó claro que en ese momento se encontraba: “estable hemodinámicamente con respuesta presora y cronotrópica normal. Normosaturando a oxígeno ambiente, con buen control glicémico”.
Como antecedente, el día anterior a que fuera internado, le habían practicado un Tac de abdomen y pelvis “donde no se observaron lesiones agudas”. También un Tac de columna lumbosacra “donde se observan osteofitos lumbares y aorto esclerosis calcificada; valorado por neurocirugía, quien indica realizar RMN de columna cervical, torácica, lumbosacra, con el fin de descartar lesiones neurológicas”.
En el reporte se advertía que el paciente se encontraba en buen estado y solicitaron valoración por psicología por “problemas relacionados con circunstancias psicosociales no especificadas”.
Especialistas del área de la salud le aseguraron en su momento a La Opinión que el cuadro clínico del exalcalde correspondía a problemas que viene padeciendo por años y no implicaban necesariamente una incapacidad.
Según informó hace unos días la defensa del condenado exalcalde, mediante un comunicado, este viene padeciendo diferentes enfermedades que se le han manifestado desde el 2014 y que le han generado incapacidades, periodos prolongados de reclusión en centros médicos “y diferentes tratamientos tendientes a evitar se agrave aún más su situación personal o se afecte definitivamente su vida (sic)”.
‘Riesgo para su salud y su vida’
Desde que se dio su traslado a Bogotá, el pasado viernes 8 de septiembre, la defensa de Ramiro Suárez Corzo venía insistiendo en que un eventual regreso a la cárcel La Picota representaba un “riesgo inminente para su salud y su vida” y por esta razón, interpusieron una acción de tutela, según informó ayer la revista Semana.
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Y es que como lo aseguraron los mismos abogados del exmandatario, Suárez viene colaborando con la Fiscalía General como informante en un proceso por concierto para delinquir, cohecho y prevaricato, que tendría que ver con hechos de corrupción al interior del Inpec.
En este sentido, alegaron que devolverlo a la cárcel conlleva un riesgo, pues esto “implicaría quedar bajo órdenes de autoridades, dragoneantes y funcionarios que están siendo investigados por los mismos hechos, y quienes tienen un interés particular”.
Y es que de acuerdo con las versiones que se han conocido hasta el momento, las diligencias a las cuales está citado Suárez en calidad de testigo están programadas para el 27 y 28 de septiembre. Por eso, la defensa dice que el estar recluido en la cárcel, vigilado y custodiado por personal sobre el que tiene que declarar bajo la gravedad de juramento, “representa un estado de indefensión y subordinación susceptible de protección”.
En los apartes de la tutela que reprodujo la revista Semana, se advierte sobre la solicitud de unas medidas cautelares que pidió la defensa, para reversar el traslado del condenado a La Picota, mientras se resuelve de fondo el recurso de amparo.
Ya estuvo allí
Ramiro Suárez Corzo estuvo recluido en la cárcel La Picota desde 2011, cuando le revocaron la sentencia de primera instancia del Juzgado Octavo Penal Especializado de Bogotá, que el 2 de abril del 2009 lo había absuelto por el homicidio de Alfredo Enrique Flórez.
El exmandatario era uno de los ‘inquilinos’ del sector ERE (Establecimiento de Reclusión Especial) Sur, conocido como el patio de los ‘parapolíticos’, y durante mucho tiempo se denunció que desde allí seguía interviniendo en las campañas electorales en Norte de Santander, vía Skype y Hangout.
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A finales de julio de 2020, en plena pandemia, Suárez salió del complejo carcelario, al conseguir el beneficio de la casa por cárcel, en la capital del país.
En agosto de 2022 y después de varios intentos fallidos, el exalcalde finalmente pudo trasladarse a Cúcuta para continuar pagando la condena de 27 años, pero este beneficio le fue revocado en julio pasado porque, al parecer, incurrió reiteradamente en el incumplimiento de sus obligaciones como beneficiario de la detención domiciliaria, sin que se encontrara una justificación alguna.
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