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Olímpicos Río 2016
Épico clavado de Shaunae Miller eclipsa día de récords en atletismo
La velocista de las Bahamas dio un golpe de riñón en los últimos pasos y se lanzó de cabeza sobre la línea de meta.
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Martes, 16 de Agosto de 2016

Empezó la semana en Río, pero el lunes laboral no fue impedimento para que siguiera la fiesta del atletismo en los Juegos Olímpicos.
 
Y, cual rodizio brasileño, no faltó de nada en el Estadio Olímpico, con épica postal final de la bahamesa Shaunae Miller, agónica ganadora de la carrera de los 400 metros, a modo de inmortal guinda.
 

Un campeón, el keniano David Rushida, repitió corona por primera vez en más de medio siglo en los 800 metros,  y el brasileño Thiago Braz se llevó la ovación más atronadora al conseguir la mejor marca olímpica en el salto con pértiga.
 
Pero la jornada será recordada por el dramático clavado y desplome de Miller sobre la línea de meta en los 400 femeninos.
 
Aunque las estadísticas reinan en los anales de la historia, en la retina de los aficionados quedará grabada para siempre la imagen de Miller, estirada sobre el tartán olímpico en esperas de final fotográfico que la confirmaría como nueva campeona olímpica.
 
La velocista de las Bahamas recurrió a un clavado para nada ortodoxo tras avistar como la estadounidense Allyson Félix, favorita en la previa, le ganaba terreno en el remate final.
 
Justa de fuerzas, Miller dio un golpe de riñón en los últimos pasos y se lanzó de cabeza sobre la línea de meta, que cruzó con apenas 7 centésimas de segundo de ventaja sobre Felix.
 
"Me quedé en blanco y lo siguiente que recuerdo es que estaba en el piso", relató Miller. "Mientras estaba tendida escuché gritar a mi madre desde la grada, y me di cuenta de que había ganado".
 
Derrotada de la forma más inverosímil en su afán por colgarse la que hubiera sido su quinta medalla de oro en el atletismo olímpico, nuevo récord para una mujer, Felix se quedó también perpleja y rendida sobre el piso, desconcertada por tan agónico desenlace.

"No sabía quién había ganado. Me voy decepcionada. Ha sido un año duro. No pensé en lanzarme. Intenté remontar con todo, pero no me quedaron fuerzas los últimos metros", lamentó visiblemente afectada.
 
Ya en fuera de plano, apareció la jamaiquina Shericka Jackson para llevarse el bronce, la última presea adjudicada en una jornada plagada de gestas.
 
El penúltimo oro fue en los 800 metros para Rushida, quien conservó su corona con tiempo de 1 minuto 42.15. Taoufik Makhloudi, de Argelia, fue segundo y Clayton Murphy, de Estados Unidos, tercero.
 
Rushida se convirtió en el primer mediofondista en repetir oro en la distancia desde que lo consiguiera el neozelandés Richard Snell en 1964.
 
"Es fantástico, el mejor momento de mi carrera", valoró el keniano.
 
El récord más celebrado sin duda fue el olímpico del pertiguista local Thiago Da Silva, quien superó la barrera de los 6,03 metros para derrotar al favorito Renaud Lavillenie, de Francia, y relegar al bronce al estadounidense Sam Kendricks.

"Increíble. Es la primera vez que paso los seis metros. Mi ciudad quiso que ganara", opinó Braz.
 
Pero fueron las mujeres las que dominaron la escena, también con dos claras protagonistas en el arranque de la estelar jornada, cuando Ruth Jebet rozó la proeza de un nuevo récord del mundo en la carrera de los 3.000 metros con obstáculos. Pero, al contrario que Miller en los 400, la fondista de Bahrein se frenó en última instancia y quedó a menos de un segundo de la plusmarca.
 
La polaca Anita Wlodarczyk ya había destapado por entonces el día con estruendo al pulverizar la mejor distancia de todos los tiempos en la prueba del lanzamiento de martillo, dejando el nuevo récord en 82,29 metros.
 
Wlodarczyk validó su condición de favorita tras 28 victorias consecutivas y dio toda una demostración de fuerza, pues su histórico lanzamiento hizo añicos el récord anterior que ostentaba ella misma desde 2015, con distancia de 81,08.
 
Se trata del tercer récord mundial que cae en Río en el atletismo, después de que la etíope Almaz Ayana registrara la mejor marca de la historia en los 10.000 metros el viernes y el sudafricano Wayde Van Niekerk hiciera la propio en los 400, previo al triunfo de Usain Bolt en los 100.
 
La china Wenxiu Zhang acabó segunda con marca de 76,75 metros, y la británica Sophie Hitchon ocupó el tercer cajón del podio con distancia de 74,54.
 
Originaria de Kenia pero con pasaporte de Bahrein, Jebet dominó la carrera de obstáculos con suficiencia y recorrió la distancia en 8 minutos 59.75 segundos. Solo su relajamiento final le impidió rebasar la mejor marca de 8:58.81, que desde 2008 pertenece a la rusa Gulnara Galkina.
 
La estadounidense Emma Coburn rebasó en la última vuelta a Beatrice Chepkoech, de Kenia, para arañar la medalla de bronce, mientras que Hyvin Kiyen Jepkemoi, igualmente keniana, se colgó la plata.
 
La holandesa Dafne Schippers clasificó quinta a las semifinales de los 200 metros, mientras que Marie-Josee Ta Lou, de Costa de Marfil, fue la más rápida al completar la distancia con su mejor marca personal de 22.31. La siguieron las estadounidenses Deajah Stevens y Tori Bowie, y Michelle-Lee Ahye, de Trinidad y Tobago.
 
El estadounidense Christian Taylor dominó la tanda clasificatoria del triple salto, clasificando primero a la final que se disputará el martes y que contara también con el colombiano John Murillo, el mexicano Alberto Alvarez y el cubano Lázaro Martínez.

Las cubanas Yaime Pérez y Denia Caballero, actual campeona del mundo, se verán las caras en la final del lanzamiento de disco tras clasificar sin mayor dificultad que la intensa lluvia que interrumpió su sesión.

AP

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