Una lucha constante libra voceros comunales del cerro tutelar ante la proliferación de consumidores de droga quienes vandalizan los murales pintados por artistas en el viacrucis que conduce hacia el monumento de Cristo Rey, en Ocaña.
El presidente de la Junta de Acción Comunal, Álvaro Angarita López, instauró la denuncia y solicitó patrullajes constantes en la zona turística y religiosa.
Asimismo, pidió mejorar el alumbrado público cambiando las lámparas obsoletas en el sendero que conduce hacia el mirador.
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Miles de personas suben las escalinatas durante la Semana Santa para renovar los votos de fe y la comunidad celebrará los 90 años de la llegada del monumento.
Una vergüenza
El artista plástico y muralista de talla internacional creador de una de las figuras afectadas, Alexander Motta Pallares, lamenta la descomposición social de algunos jóvenes dedicados a dañar estas piezas de alto valor pictórico.
“Estaba en México en una galería y me entero del vandalismo y me dan ganas de llorar, porque están atentando contra el patrimonio cultural. Eso nos pone en vergüenza ante los ojos de los visitantes. Son acciones cometidas por mentes enfermas y retrógradas producto de las falencias en la crianza de los hogares”, reitera.
Le duele que hayan mancillado las imágenes del grupo de danzas Brisas de la Torcoroma que con mucho esmero quiso plasmar la riqueza cultural de la región. “Tengo entendido que rayaron los murales de Andrea Velásquez y los míos, entonces surge unas preguntas: ¿por qué? ¿para qué? Falta mucho sentido de pertenencia por los valores históricos y culturales.
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“Se debe trabajar mucho para corregir la identidad de un pueblo con una realidad distorsionada del pueblo que los vio nacer”, enfatizó el maestro.
Proteger los corridos turísticos
El promotor cultural, Mario Castellanos Chinchilla, se mostró sorprendido con la actitud de algunos jóvenes empeñados a opacar los aspectos buenos de la ciudad.
“Esas escalinatas se han convertido en galerías de arte al aire libre, así como ocurrió con la zona aledaña del barrio La Piñuela. Allí encontramos a muchos consumidores de estupefacientes que requieren un tratamiento especializado para la rehabilitación. Nunca me imaginé que iban a destruir esos murales”, agregó.
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La intención es recuperar esos espacios para el disfrute de la comunidad y de los visitantes.
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