Los errores cometidos durante los procedimientos administrativos a nivel laboral y ejecución de obras, para ponerla a tono con las exigencias del ministerio de Transporte, tienen sumida en una profunda crisis económica a la Terminal de Transportes del municipio de Ocaña.
El gerente de la central de transportes, Jairo Peñaranda indicó que el saldo con acreedores y por demandas supera los 800 millones de pesos.
“Corresponde al nuevo alcalde, Emiro Cañizares Plata, coordinar con los miembros de la Junta Directiva alternativas para evitar los embargos. El mandatario ordenó una revisión minuciosa de los documentos como mayores accionistas para conocer la realidad y tomar decisiones de fondo. A mediados del mes de febrero tendremos un consolidado de los informes financieros de la Terminal”, señaló Peñaranda.
Por su parte, el directivo, Román Alberto Jácome Pérez, espera la realización de la Asamblea con el fin de trazar alternativas para superar la crisis acumulada durante muchos años.
El vocero del gremio transportador, Ramón Peinado aseguró que la Terminal de Transportes nació muerta, pues asignaron una nómina de lujo que no pudo sostener y ahora sufre las consecuencias.
Lea además: Veedores de Ocaña exigen a contratistas dar la cara
Recomienda buscar una figura más funcional para la recuperación de la estructura con ganancias para los socios. “Desde la construcción hace casi 20 años, no ha dado ganancias y se debe replantear esa situación”, recalcó.
La cruda realidad
El gerente prepara el balance para presentarlo el 27 de marzo durante la Asamblea general de accionistas.
A la fecha, arrastra un déficit que no ha permitido el normal desarrollo de la misma y las adecuaciones que la Superintendencia de Transportes exige desde hace un tiempo.
“La deuda asciende a más de 750 millones de pesos por demandas ante el incumplimiento de los acreedores y diferentes modalidades contractuales adelantadas en periodos anteriores; asimismo, procesos laborales y administrativos”, precisó el gerente.
Unos de los fallos obligan el pago de 75 millones de pesos al último gerente removido en el año 2019, José Isaac Mendoza Lozano. Sustenta la demanda en la demora en el pago de las prestaciones sociales. Inicialmente, la terminal fue condenada por el Juzgado Laboral del Circuito del municipio de Ocaña y se tramita la segunda instancia ante el Tribunal Laboral de la ciudad de Cúcuta.
El capital de las deudas y acreencias supera los 750 millones de pesos sin contar con los intereses indexados, dado el incumplimiento.
Lea además: Renunció el secretario de tránsito de Ocaña
Adicionalmente, está pendiente el pago a unas ferreterías de unos materiales para ejecutar contratos de obras y a la fecha no se ha llevado la cancelación oportuna.
Los dolores de cabeza
Desde el 2006 se logró la homologación y está vigilada como sociedad por la Superintendencia de Transportes donde se debe cumplir con unos lineamientos de infraestructura y contabilidad para el estudio pertinente.
En materia de infraestructura se encuentran problemas, ya que la última evaluación de la Supertransportes a través del personal especializado determinó que solo cumple un 20 por ciento dado a que no tiene los requisitos.
“Se buscan estrategias que permitan subsanar todas las deudas que se tienen a la fecha y hacer efectiva la tasa de uso y cumplir con las exigencias. Los ingresos promedian entre 40 a 50 millones de pesos, pero no alcanza para superar la crisis”, recalcó el funcionario.
Lea además: Distrito de la policía de Ocaña tendrá centro de operaciones
Los locales comerciales producen dividendos a los accionistas de la Terminal. “Se deben buscar alternativas en aras de permitir el crecimiento del sector transporte donde la junta directiva aterrice los planes y actividades para el pago de las obligaciones encaminadas a solventar los litigios generados por los problemas laborales”, puntualizó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
