Obstrucción de las agallas
La alta concentración de barro obstruye las agallas y branquias ocasionando afectaciones en las vías respiratorias por la falta de oxigenación en los peces.
El bocachico, peces sapos, rampuches y de la familia de los bagres se encuentra a lo largo y ancho de los afluentes vitales para la alimentación de los ribereños.
Ellos esperan los resultados de las muestras hechas por la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor a las aguas y las especies endémicas.
Los datos preliminares indican una turbidez de 4 mil por ciento y cero oxigenaciones lo que ocasiona la mortandad. Esa realidad hizo que los comunales salieran a la orilla de los afluentes en el tramo denominado como Presidentico de la quebrada Manzanares, Shanghái y La Aurora de puente Tiza. En ese encuentro de las aguas, aún estaban con vida los peces y lograron salvar un gran número de especies.
A pesar de las advertencias muchos de ellos consumieron el producto y no sufrieron problemas estomacales.
Sin embargo, están a la espera de los análisis fisicoquímicos en los laboratorios para descartar la presencia de metales pesados como el cianuro y mercurio producto de la minería ilegal, previstos para finales del mes de mayo.
Expertos estiman que a lo largo de los tributarios de la cuenca del río Catatumbo existen unas 20 mil familias que se abastecen de los afluentes para el riego, consumo humano y de animales.
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“El río es el eje en la dinámica comercial donde varios tramos son navegables para transportar los productos agrícolas. También, se practica la pesca artesanal”, agregó.