Con una inversión de 6 mil 800 millones de pesos la Administración de Ocaña pone en funcionamiento una planta de beneficio animal para cumplir con los estándares del Instituto Nacional de Vigilancia Medicamentos y Alimentos (Invima).
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Con un puntaje de 94.6 por ciento esa entidad entregó el certificado tipo nacional donde habilita a la Sociedad de Economía Mixta, Frigorífico de Ocaña, SAS, para el proceso y distribución de la carne en todo el territorio colombiano e, incluso, a nivel internacional.
“Estamos frente a la mejor planta del Norte de Santander con capacidad de sacrificar inicialmente unos 235 bovinos diarios con la adecuación de los cuartos fríos”, manifestó el gerente general Luis Alfredo Motato Suárez.
En la actualidad se sacrifican 30 reses diarias para el consumo local, entre 80 a 100 para Aguachica que sacrifica los lunes, miércoles y viernes, indicó el funcionario.
El primer mandatario, Samir Casadiego Sanjuán, aseguró que era la única alternativa para obtener la licencia y canalizar dividendos a las arcas del fisco municipal por el sacrificio del ganado mayor.
Entre los cambios más significativos se destaca la implementación de los cuartos fríos para mantener la calidad del producto, agregó.
Aparte del impuesto de degüello la administración percibirá una tasa del 19.6 por ciento de las operaciones realizadas en especies que han sido declaradas aptas para el consumo humano.
Poder brindar a la ciudadanía la garantía de consumir un producto de calidad es el propósito del Gobierno Local, es por esto que se continuará aunando esfuerzos que permitan avanzar en el propósito de la transformación de Ocaña, recalcó.
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El mandatario es enfático al manifestar que esos avances tecnológicos no incrementarán los precios del producto al público consumidor.
Precios al vaivén de la oferta y la demanda
El secretario de Gobierno de Ocaña, Jaime Velásquez Salamanca, manifestó que no existe una ley que regule los precios de la carne y quedan al vaivén de la oferta y la demanda.
En ese sentido queda en manos de los mismos consumidores si adquieren un producto de calidad que cumpla con todos los requisitos exigidos por las autoridades en cuanto a las condiciones higiénicas.
El integrante de la Asociación de Expendedores de Carne, AECO, Carlos Fajardo, aseguró que existe libertad de precios debido a la exportación del ganado en pie. “No hay quién regule la oferta y la demanda, a uno le toca comprar al precio que sea y venderlo para abastecer a la gente”, recalcó.
Lo grave del caso es que tiene una tendencia al alza y no pueden trabajar a pérdida para competir con los precios internacionales. “Nos salva que sale ganado de las parcelas de la región y así podemos mantener un precio estable”, recalcó.
Explicó que la carne de primera, que estaba antes de la pandemia entre $16.000 y $18.000, ahora cuesta $24 mil pesos en la plaza de mercado. La de segunda $18.000, costilla $16.000 y el hueso entre 8 a 10.000 mil pesos el kilo.
El gerente de frigorífico, Luis Motato ratificó esa premisa resaltando la escasez del ganado. “Se viene presentando a nivel nacional, ya que otros países los pagan en dólares y montan el ganado en pie a los barcos, lo que genera la carestía”, agregó.
Otra de las preocupaciones que surgen en la región es el contrabando del producto desde los municipios ubicados en los alrededores.
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Algunas personas por ahorrarse los costos de la Planta de Beneficio Animal proceden a sacrificar de manera clandestina y distribuyen el producto en los sectores periféricos de la ciudad.
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