Ante los efectos del crudo invierno, integrantes del Consejo municipal de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres recomendaron el cierre total del Complejo Histórico de San Francisco, escenario de la Gran Convención de Ocaña en 1828.
Así lo dio a conocer el socorrista Gustavo Adolfo Paba Navarro, quien alertó sobre el pésimo estado de la estructura y recomendó el desalojo inmediato para evitar una tragedia entre propios y visitantes.
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Las lluvias de los últimos meses han ocasionado el desplome de la parte lateral de los techos donde está ubicada la biblioteca pública Luis Eduardo Páez Courvel y las filtraciones de agua deteriorado los muros, recalcó el funcionario.
El alcalde de Ocaña, Samir Casadiego Sanjuán, revisó el diagnóstico de los expertos y en los próximos días emitirá el decreto para desocupar la estructura.
“Creo que es la única alternativa a la vista, estamos a la espera de una ayuda ofrecida por el gobernador, Silvano Serrano, por 600 millones de pesos. Se lo comenté ahora que estuvo en Ocaña y me dice que la plata existe y espera que la Asamblea autorice la incorporación de esa ayuda a través de la Unidad de Gestión del Riesgo”, recalcó.
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Ante las precarias condiciones la Registraduría Nacional del Estado Civil reubicó las mesas de votación hacia la cancha monumental de la escuela Adolfo Milanés y todas las dependencias deberán ser reubicadas.
Aquí nos quedamos
El presidente de la Academia de Historia de Ocaña, Luis Eduardo Páez García, fue categórico al afirmar que solo obedece órdenes a nivel nacional para el desalojo del inmueble.
En días pasados una arquitecta, adscrita a la División de Patrimonios del Ministerio de Cultura, más dos funcionarios del Museo Nacional de Colombia, el alcalde, delegados de la Procuraduría de Ocaña y Gestión del Riesgo visitaron el lugar.
“Hubo unos compromisos para levantar un diagnóstico de lo observado en la inspección ocular, Gestión del Riesgo considera que es inminente la evacuación. El alcalde no se pronuncia al respecto y se requiere esa decisión oficial”, señaló.
Fue enfático que, en el caso de la Academia de Historia y el museo de la Gran Convención, no procederán a abandonar el Complejo, especialmente porque los daños graves no están en esa área de influencia sino donde funcionan dependencias de la administración municipal.
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“Insistimos ante los funcionarios del ministerio para que observen cómo están las instalaciones y los daños. En estos momentos no podemos proceder porque ni siquiera ha llegado el diagnóstico. Varias personas afirman que nos vamos todos, entonces el inmueble queda solo y si no se pudo arreglar estando las oficinas, menos sin la presencia de las instituciones”, advirtió.
Los enredos jurídicos
En la Ley de honores durante la celebración de los 450 años de la fundación de Ocaña en el 2020, se anunciaba con bombos y platillos recursos para la refacción del Complejo.
La restauración no ha sido posible debido a los enredos presentados con las escrituras ya que no hay claridad suficiente para desembolsar los recursos.
Los asesores del Ministerio de Cultura aseguran que ese patrimonio no les pertenece, la Diócesis de Ocaña dice lo mismo y la administración municipal tampoco tiene certeza sobre la propiedad.
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