Socorristas adscritos a la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres trabajaron en la mitigación de los efectos provocados por los incendios forestales registrados en la vereda Portachuelo, comprensión rural de Ocaña.
Los campesinos alertaron a las autoridades sobre la reaparición de la humareda sobre las cenizas encendidas y fue necesario el retorno de las unidades del Cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil.
Los labriegos ayudaron a construir barreras para evitar el avance de la conflagración hacia los prados y viviendas. El voraz incendio arrasó con unas 50 hectáreas de capa vegetal y se adelantan las gestiones para reponer los elementos perdidos.
Se reportan grandes pérdidas económicas, ya que las llamas consumieron las mangueras utilizadas para transportar el agua desde la vereda El Apial para regar los cultivos.
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El señor José Luis Carrascal lamentó la quema de la vegetación en las montañas donde nacen las quebradas que abastecen del preciado líquido a más de 50 familias de la región. “Tan escaso que está el recurso hídrico en temporada de verano y enciende el poco bosque seco premontano existente”, mencionó.
Vigilantes del medio ambiente
La Secretaría de Gobierno acompañó la labor de organismos de socorro en el control de la conflagración en la vereda Portachuelo e instó a los labriegos a convertirse en protectores de los recursos naturales.
“Cuatro días permanecieron los organismos de socorro en el sitio para extinguir el fuego difícil de controlar debido a las altas temperaturas y a los fuertes vientos que propagaban las cenizas encendidas”, explicó Gustavo Adolfo Pava Navarro, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Ocaña.
El funcionario solicitó a los miembros de las juntas de acción comunal estar pendientes de cualquier ignición, pues se podría originar una catástrofe en el ecosistema.
Pidieron evitar las quemas controladas por parte de los cultivadores, no arrojar colillas de cigarrillos al pasto seco, retirar los vidrios de la capa vegetal porque pueden ocasionar el efecto lupa y por ende conflagraciones con los rayos del sol. Recomiendan no hacer paseos de ollas, ya que las cenizas encendidas pueden ser arrastradas por la brisa.
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Conjuntamente con la Unidad Técnica Ambiental (UTA) entregaron las orientaciones para evitar que se registre una nueva emergencia ambiental.
“Desde la alcaldía seguiremos apoyando acciones y liderando estrategias para que la comunidad tome conciencia sobre la importancia de conservar y cuidar el medio ambiente”, señaló el director de la UTA, Harwin Blanco León.
Solicitó a la autoridad ambiental como Corponor para que se investigue el origen de los incendios forestales con el fin de imponer multas y sanciones a los responsables. “Todos a proteger el medio ambiente asumiendo verdaderos compromisos para conservar las reservas forestales”, agregó.
Se investiga si hubo manos criminales en este caso para imponer un castigo ejemplar.
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