Asfixiados económicamente se muestran campesinos debido al cobro del servicio del alumbrado público en aquellas viviendas dispersas de la zona rural de Ocaña por parte del operador privado AGM Desarrollos.
Califican injusto el pago de las tarifas cuando no disfrutan de esos beneficios, lo que encarece el costo de la energía facturada por la empresa Centrales Eléctricas de Norte de Santander que solo oficia como entidad recaudadora del impuesto contemplado en un acuerdo del orden local.
Ante el inconformismo generalizado el alcalde de Ocaña, ingeniero Emiro Cañizares sostuvo una reunión con los dirigentes campesinos, concejales y expertos en la materia para analizar la situación y buscar el desmonte de esas obligaciones modificando el acuerdo aprobado hace más de 10 años.
El jefe del Área comercial de Centrales Eléctricas, William Mondragón Villamizar, explicó que después de la pandemia se aplicó la metodología de opción tarifaria de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, donde se refleja un incremento en esos valores.
Sobre el alumbrado público rural, el impuesto se cobra bajo un concepto de uso común determinado a través de un acuerdo del Concejo. La misión de CENS es facturar, recaudar y consignar al ente territorial sin cobrar un peso por ese ejercicio.
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Corresponde al mandatario local declarar a esos usuarios exentos del impuesto, aclaró el funcionario.