En un ambiente de camaradería, ataviados con los atuendos más representativos de sus países y una lectura crítica de la realidad en defensa la transformación social de los territorios, el relevo generacional del mundo cumplió con la cita en la granja de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional de Ocaña, sede del Foro Global de la Tierra y Juventudes.
El idioma no fue barrera para interpretar conjuntamente los conflictos sociales en comunión con la naturaleza, encaminados a diseñar la hoja de ruta de los jóvenes hacia una política integral para salvar el planeta tierra.
Ellos coincidieron en una verdadera reforma agraria para optimizar las prácticas agroalimentarias, enfrentar los efectos del cambio climático y lograr la convivencia pacífica de los pueblos.
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Las inquietudes del camerunés, Moise Mbimbe Nlom, de la Coalición Internacional de Acceso a la Tierra africana, están en consonancia con las expuestas por Mauricio Naobil Cesc Jacinto, del Comité Campesino del Altiplano en Guatemala y también emparentadas con las esbozadas por Cristian Abeidora Bashuna de la comunidad motilón barí del Catatumbo, connotando la fuerza del lenguaje universal de la conciliación para dar un respiro al planeta tierra.
Los aliados
La integración de carácter universal, se llevó a cabo gracias al trabajo conjunto de organizaciones internacionales, nacionales y locales, entre las que se encuentran la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC), la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Colombia (FAO), la Red de Jóvenes del Catatumbo, la Corporación Nueva Sociedad de la Región Nororiental de Colombia (Consornoc).
El Foro, además, tuvo como coanfitriones al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, la Unión Europea y el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep/PPP). El evento es posible gracias al apoyo de la Diócesis, Alcaldía de Ocaña, la Asociación de municipios del Catatumbo, Provincia de Ocaña y sur del Cesar, la Cámara del Comercio y la seccional de la Universidad Francisco de Paula Santander.
En maratónicas jornadas los 25 jóvenes de las delegaciones internacionales, 25 del orden nacional y 30 de la zona del Catatumbo mostraron el potencial existente en el planeta tierra para mejorar las condiciones de vida de la humanidad.
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Las ponencias serán analizadas a partir de este lunes en la ciudad de Bogotá para articular planes de inversión con presupuestos nacionales e, incluso, de cooperación internacional para superar la crisis ambiental.
Una mirada hacia el Catatumbo
La especialista en tenencia de tierras de la Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura de Colombia (FAO), Alejandra Vega Rodríguez resaltó la manera como el encuentro global de la tierra incorporó a los jóvenes en los procesos de transformación de los territorios.
Los voceros de África, Asia, Europa y América Latina ubicaron la brújula hacia la zona del Catatumbo debido al potencial existente en la región para desarrollar la agenda de cambio climático, justicia agraria, gobernanza inclusiva, tenencia de la tierra y producción agroalimentaria.
“La discusión va a trascender en el Foro Global de la Tierra del 16 al 20 de junio en la ciudad de Bogotá donde los jóvenes tendrán la oportunidad de explicar el diagnóstico y mejorar una red de conexión con los distintos continentes para intercambiar ideas conjuntas en aras del cambio general en el planeta”, precisó la promotora de la integración denominada ‘Impulso juvenil por la transformación de los territorios’, proyecto financiado por el Fondo multidonantes de la Naciones Unidas.
“Ellos piden reivindicaciones de tener acceso a la tierra, ser tenidos en cuenta en la construcción de políticas públicas para mejorar las condiciones vida de sus familias.
Una apuesta muy importante por permanecer en el territorio a pesar de las adversidades y deben estar acompañadas por programas de educación, salud, subsidios y seguimiento.
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Es importante la interlocución para poder echar la agenda adelante con las autoridades territoriales y nacionales”, recalcó.
Asimismo, instituir la posibilidad de identificar predios de entidades de derechos públicos para apoyar la titulación con programas especiales anunciados por el ministerio de Agricultura.
Ese diálogo intergeneracional sirve para forjar a los líderes del mañana, cuyos hombros cargarán la responsabilidad de restituir el tejido social de la zona del Catatumbo, agregó.
Esas iniciativas quedarán plasmadas en el capítulo de juventudes, incorporadas a la declaración conjunta de la plenaria del Foro Global de la Tierra donde se destaca la inclusión en el Sistema Nacional de Reforma Agraria, inversión social con el mejoramiento de políticas para el desarrollo rural integral.
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Se requiere en este caso a un seguimiento para que las propuestas no queden en el papel y hagan eco a nivel nacional e internacional, indicó el director de Juventudes de Ocaña, Cristian Camilo Díaz Ortega.
La fuerza de la juventud
La coordinadora de proyectos de la Corporación Nueva Sociedad de la Región Nororiental de Colombia (Consornoc), Maritza Carvajal Rivero, destacó la incidencia juvenil en las políticas de Estado para el empoderamiento y la resistencia.
Explicó que los voceros de los distintos países cuentan con una radiografía de la zona para levantar el diagnóstico y ejecutar los ejes temáticos.
“Constituye un viaje sobre tres dimensiones esenciales para el ser humano como es la construcción de paz, la organización social, ambiental y pluriculturalidad. Es una experiencia sensorial donde los participantes tienen una visión global para la defensa de la tierra”, reitera.
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La filosofía de esos espacios es propender por la seguridad alimentaria en ambientes sanos para compartir las luchas encaminadas a mejorar las condiciones de vida y lograr la convivencia pacífica. “Mantener las esperanzas, descarnar las realidades para trabajar conjuntamente por los derechos humanos para construir un mejor territorio.
Los chicos reclaman la articulación de los programas para generar un cambio de mentalidad en todos los niveles.
A pesar de las diferencias idiomáticas han logrado ese lenguaje común hacia la protección de la tierra”, puntualizó.
El conflicto armado no ha sido óbice para que los jóvenes visibilicen la problemática y están convencidos del papel protagónico en el relevo generacional.
“Es un camino largo y dispendioso, pero no han desfallecido, están dando los pasos con el liderazgo juvenil para la conservación de las costumbres ancestrales con los cultivos tradicionales desde las diferentes culturas donde el lenguaje común es la tierra”, manifestó la líder para alcanzar los sueños con las riquezas del Catatumbo.
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Los jóvenes se constituyen en el motor fundamental para dinamizar la economía agraria.
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