Latente se encuentra el riesgo de posibles avalanchas e inundaciones en las riberas de los afluentes tributarios del río Catatumbo, ante el recrudecimiento de la ola invernal de los últimos días.
Entidades adscritas a la Consejería Departamental de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres se encuentran en máxima alerta para activar los planes de contingencia y atender posibles eventualidades ocasionadas por los fenómenos naturales.
Campesinos de los municipios de Villa Caro y Ábrego temen una avalancha debido al estancamiento de las aguas por la remoción en masa como ocurrió en noviembre del año pasado que sepultó a 5 miembros de la familia Núñez.
Denuncian el inminente peligro en las veredas Puerto Rico, El Tarrita y Remolinos donde varias hectáreas pueden ser arrasadas con afectaciones en los cultivos, viviendas y animales de corral.
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“Existen caseríos ribereños a punto de desaparecer si el invierno se intensifica. Entonces, los gobiernos local, departamental y nacional deben tomar los correctivos antes que ocurra una tragedia de grandes proporciones”, manifestó el labriego Jorge Mora.
Sobrevuelos e inspección ocular en ríos
Las Fuerzas Militares coordinaron ayer sobrevuelos en la cuenca alta del Catatumbo para verificar un posible represamiento de aguas y emprender acciones encaminadas a prevenir inundaciones en las sabanas.
“A la espera de un reporte oficial sobre los hallazgos, pero fuentes de alta credibilidad señalan que existen 7 puntos críticos donde la sedimentación se ha compactado y por ende la disminución del cauce del río”, indicó el enlace ambiental del municipio de El Tarra, Herney Pallares Alvernia.
El funcionario aseguró que en ese monitoreo aéreo se descartó el represamiento de las aguas y ante las primeras lluvias se ha desprendido abundante lodo lo que disminuye el oxígeno de los peces encontrados muertos en el fango.
El ingeniero ambiental manifestó que la turbidez del agua ha disminuido, pero se deben tomar todas las precauciones, pues la temporada invernal apenas comienza.
Señaló que los acueductos veredales se abastecen de los riachuelos que bajan de las montañas. Las aguas para consumo humano, riego y suministro a los animales no han sufrido el impacto.
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“La expectativa está en lo que pueda ocurrir en Villa Caro y el gobierno departamental se encuentra al tanto de esa situación para que no ocurra una catástrofe natural de grandes proporciones”, agregó Pallares.
Muestras de agua al laboratorio
Una comisión de especialistas encabezada por funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor, adelanta una inspección ocular en las zonas afectadas con la muerte de peces en el río Tarra.
Expertos en la materia toman las muestras ‘in situ’ con el propósito de hacer los análisis de laboratorios para determinar las causas reales de ese fenómeno natural, indicó el director de la territorial Ocaña, ingeniero Albert Urquijo Sánchez.
Mientras tanto, a la población se recomendó no consumir los peces encontrados en la orilla del afluente porque puede generar problemas en las vías digestivas ya que no se sabe con certeza los resultados de esa investigación.
Datos preliminares señalan una turbidez de 4 mil por ciento de las aguas y cero oxigenaciones como posibles causantes de la muerte de los peces. Para descartar la intervención antrópica con el uso de metales pesados como mercurio o cianuro en la minería ilegal se tomaron las muestras y los resultados de laboratorio serán entregados a finales del mes de mayo.
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Los integrantes de la comisión tienen certeza casi en un 99 por ciento que la muerte de los peces no obedece a metales pesados sino por la falta de oxigenación de las aguas durante la creciente, ocasionando ese fenómeno ambiental, recalcó el funcionario.
Alarmas encendidas
La Gobernación de Norte de Santander a través de la secretaría departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres continúa con las labores de monitoreo y respuesta a la emergencia en el municipio de Villa Caro.
Producto de la temporada de lluvias del mes de noviembre del año pasado se registró un fenómeno de remoción en masa afectando a las familias de la vereda El Molino, y poniendo en riesgo a los residentes de los caseríos de Puerto Rico, Remolino, Brisas del Tarra, quebrada de Paramillo y El Tarrita, estas últimas pertenecientes al municipio de Ábrego.
Debido a las dimensiones del movimiento en masa se ocasionaron graves pérdidas humanas y materiales. Lamentablemente se produjo el fallecimiento de 5 miembros de una familia quienes quedaron sepultados por el deslizamiento de tierra mientras se encontraban en su vivienda.
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De igual forma se registró el colapso total y parcial de viviendas aledañas al evento, pérdidas de enseres, aproximadamente 430 hectáreas de cultivos, así como animales de corral y semovientes, generando afectaciones significativas al aparato productivo local y la calidad de vida de las familias.
Análisis técnicos
Desde el inicio de la emergencia el gobernador Silvano Serrano Guerrero lideró reuniones de monitoreo, articulación, gestión y respuesta para la emergencia, con Entidades Operativas del Sistema Departamental de Riesgos las actividades de intervención pertinentes y el plan de trabajo respectivo para brindar una respuesta integral a la emergencia y las necesidades de la comunidad.
“El equipo técnico de la Secretaría Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres junto con profesionales de Corponor, Ejército Nacional, Policía Nacional, voluntarios de la Defensa Civil, Cruz Roja, Fudra, Ponalsar, CRUE, Secretaría Departamental de Vías y las alcaldías municipales, se han desplazado en múltiples oportunidades a la zona para adelantar labores de monitoreo, sensibilización y análisis técnico de la situación reportada, ya que posterior al evento se presentó la formación de un cuerpo de agua en la cresta del talud, reactivando las alarmas sobre el sector”, informan a través de un comunicado.
En las visitas se confirmó que la zona se mantiene geológicamente activa por movimientos en masa y desplazamiento del material que se encontraba en reposo, así mismo, se vio la necesidad de evaluar el escenario mediante el concepto técnico del Servicio Geológico Colombiano, quienes realizaron inspección en compañía de funcionarios de la Gobernación de Norte de Santander, evaluando y detallando no solo la magnitud del evento sino generando también una serie de alertas y recomendaciones tales como el monitoreo permanente en espacios estratégicos, delimitación del área de acceso, restricción en el uso del suelo para actividades agrícolas y residenciales.
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La Consejería de Gestión del Riesgo también detectó que el material presente en el cuerpo de agua se encuentra saturado favoreciendo así la presencia de drenajes naturales laterales e inferiores lo que permite que el embalse, pese a las continuas precipitaciones, no llegue a su cota máxima y genere posibles desbordamientos.
Atención a la emergencia ambiental
Atendiendo las recomendaciones de expertos y del gobernador Silvano Serrano se han articulado acciones de respuesta como la evacuación preventiva de las familias ubicadas en veredas aledañas al evento, así como las que se encuentran aguas abajo de la quebrada el Molino, ya que presentan posible riesgo por encontrarse en el área de influencia.
Asimismo, se han establecido puntos de monitoreo permanentes en sectores estratégicos de los municipios y Defensa Civil, entrega de Ayudas Humanitarias de Emergencia con apoyo de los organismos de socorro y Save The Childrens, y jornadas continuas de asesoría y atención psicosocial para las familias afectadas organizadas por Cruz Roja.
La Gobernación en articulación con las Alcaldías Municipales de Villa Caro y Ábrego está realizando labores de remoción de derrumbes y habilitación de puntos críticos en el sector El Tarrita – Puerto Rico – El Molino, de tal forma que por este corredor vial se habilite el transito humanitario y comercial para los productores y familias de la región.
Las actuales precipitaciones en el municipio vienen ocasionando diversas avenidas torrenciales producto del material en reposo de la parte superior del movimiento en masa, este material lodoso de coloración rojiza está siendo transportado por la quebrada El Molino, llegado hasta la vereda Puerto Rico del municipio de Ábrego afectando viviendas, cultivos, vías y puentes de acceso en el lugar.
Dicho material está avanzando aguas abajo siendo arrastrado por la quebrada El Molino hasta llegar a su intersección con el río Tarra, causando ciertos niveles de turbidez en el afluente, este movimiento del material se presenta por las fuertes lluvias de la zona, lo que causa que el material suelto sobre la superficie circule por el cauce del afluente.
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En vista de la magnitud de la emergencia y continuidad en las lluvias, la Gobernación de Norte de Santander solicitó a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres el apoyo con un ejercicio de modelación del embalse, de tal manera que permita a establecer las descargas y cubrimiento del agua en la zona ensayos de penetración standard (SPT), un estudio hidráulico, un estudio geotécnico y un estudio estructural de toda el área afectada, así como posteriormente, el desarrollo de obras civiles que implementen un sistema de drenaje del embalse, para un correcto manejo de escorrentías de aguas Lluvias de la vereda el Molino y Puerto Rico y la construcción de un canal de desagüe para la evacuación del agua en la zona afectada.
Calamidad pública
La Gobernación en articulación con las Entidades del Sistema Departamental de Riesgos mantiene activo el monitoreo, articulación de acciones de respuesta, atención y gestiones pertinentes para mitigar el riesgo de desastres en los municipios afectados.
Las precipitaciones continúan presentes en el departamento, por lo que en reunión del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres se evaluaron las emergencias generadas en el territorio, incluyendo la emergencia activa de los municipios de Villa Caro y Ábrego, declara la calamidad pública por temporada de lluvias 2023, como herramienta para la atención y respuesta de las afectaciones que se están reportando.
Se mantienen activas las alertas y el monitoreo permanente en la zona, brindando apoyo técnico, operativo y logístico a las alcaldías municipales y comunidades afectadas y damnificadas por este evento.
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De igual manera se solicitó a la población acatar las recomendaciones de las autoridades, no ingresar a las zonas de riesgo, limitar las actividades agrícolas y habitacionales en las zonas restringidas, así como estar alerta ante todo incremento del caudal del afluente para poder tomar medidas y precauciones necesarias.
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