En un ambiente de cordialidad y amparados en preceptos legales los alcaldes de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, y de Neiva, Germán Casagua suscribieron un acuerdo bilateral para terminar el contrato catastral firmado entre las dos administraciones municipales el año pasado.
Los asesores jurídicos de ambos entes territoriales descubrieron que aquellas localidades que no tengan actualizado el catastro, no pueden servir como gestores en otro municipio y se llegó a un acuerdo de voluntades entre ambas partes.
Ahora el mandatario de Ocaña, Emiro Cañizares Plata tiene la vía libre para adelantar un proceso de gestoría catastral sin intermediarios de esa naturaleza.
El experto en negocios inmobiliarios, arquitecto Iván Enrique Cabrales Angarita calificó como acertado el consenso pues se iba a privatizar ese servicio. “Se iban a elevar los costos de los trámites, ya que Neiva como gestor tendría que montar una oficina para autosostener los gastos invertidos en equipos y nómina de los profesionales, en la dinámica de costos beneficios”, recalcó.
Consideró que lo más saludable desde el punto financiero es la apertura de una oficina del Instituto Geográfico Agustín Codazzi para facilitar los trámites, mientras se avanza en la actualización catastral como herramienta para incrementar los recaudos.
En los próximos días arribará a la ciudad una comisión del Instituto Geográfico Agustín Codazzi para efectuar los estudios técnicos encaminados a la apertura de una oficina encargada de los trámites en esta localidad, ahorrando costos y tiempo a los habitantes de la región, anotó el mandatario Emiro Cañizares Plata.
Aseguró que es dispendioso el traslado hacia la capital del departamento con el fin de solventar un problema en materia catastral y con la decisión del anterior alcalde de suscribir el convenio con Neiva, Huila, se complicaba la gestión.
En la actualidad se ha avanzado en un entendimiento pues no tiene sentido que un ente donde no se haya hecho la actualización catastral, aparezca como gestor, recalcó.
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Una vez surtidos los efectos legales el municipio brindará apoyo para habilitar una oficina del IGAC en Ocaña con el fin de facilitar los trámites a los usuarios. “Brindaremos toda la logística para la apertura y estamos haciendo las gestiones encaminadas a la implementación del catastro multipropósito y alcanzar la actualización. Es bastante costoso, pero aumentará los recaudos para superar la profunda crisis financiera”, dijo.
El meollo del asunto
En el momento de la posesión como nuevo alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata consultó con expertos en materia jurídica los mecanismos para reversar una decisión considerada como arbitraria del anterior mandatario Samir Casadiego Sanjuán.
Realizó visitas al Instituto Geográfico Agustín Codazzi para buscar luces sobre el contrato catastral firmado a dos días de expirar su periodo de gobierno (2020-23).
Cañizares y Casagua se reunieron virtualmente el 27 de febrero para revisar la legalidad del convenio firmado por sus antecesores. Encontraron que había una cláusula para terminarlo de manera bilateral, sin generar perjuicios económicos ni jurídicos. Los asesores determinaron que Neiva no puede prestar servicio de gestión catastral hasta que no termine de hacer su propia actualización.
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Ambos mandatarios, mutuo consentimiento y las herramientas jurídicas a la mano, procedieron a firmar la liquidación bilateral del convenio entre los dos municipios.
Tambalea el catastro de Neiva
En acciones paralelas, la Procuraduría está pidiendo que se anule el contrato del catastro que el exmandatario Gorky Muñoz le entregó a las empresas de Hilsaca en 2023.
La Procuraduría como la alcaldía de esa población están alistando demandas de nulidad contractual para echar abajo los procedimientos hasta la fecha.
Se recuerda que a dos días antes de terminar su mandato, el alcalde de Ocaña, Norte de Santander, Samir Casadiego, entregó la gestión catastral del municipio a su homólogo de Neiva.
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Muñoz habilitó a la empresa para hacer gestión catastral y así le entregó la actualización en Neiva. En Ocaña, gracias al contrato firmado el 29 de diciembre entre Casadiego y Muñoz, se estaba abriendo el paso para repetir lo de Neiva. Sin embargo, los alcaldes entrantes comenzaron acciones para liquidar el convenio.
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