Pese a que el 2021 fue un año en que se batió el récord en los Estados Unidos respecto a la donación de órganos, muchas personas todavía dudan en inscribirse como donantes. En todo el país, solamente alrededor del 48 por ciento de las personas se han inscrito como donantes, según informa LifeSource. Esta situación ocurre, pese a que las encuestas muestran que el 95 por ciento de las personas en los Estados Unidos están a favor de la donación de órganos.

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En Colombia, hasta septiembre de 2021, según el Instituto Nacional de Salud (INS) se han obtenido 188 donantes de órganos y 977 donantes de tejidos; se han realizado 660 trasplantes de órganos con donante vivo o cadavérico; 515 con donante cadavérico y 145 con donante vivo.

A continuación, expertos de Mayo Clinic mencionan cinco razones para convertirse en donante de órganos:

1. Existe imperiosa necesidad.
En los Estados Unidos, más de 106.000 personas esperan por un trasplante de órgano que les salve la vida, según informa la Red de Obtención y Trasplante de Órganos. Cada nueve minutos, se añade otro nombre más a la lista de espera. Es lamentable que, en promedio, 17 personas mueran a diario mientras esperan por un trasplante.

2. Un donante puede salvar muchas vidas.
Un solo donante de órganos puede salvar hasta ocho vidas. Los donantes de tejido pueden ayudar con la curación de hasta 75 personas. La gente que dona sus córneas puede restablecer la vista a dos personas. Uno puede donar a cualquier edad.

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“Debido a que el hígado se regenera continuamente, las personas mayores, incluso de 80 o más años de edad, también pueden donarlo”, comenta la Dra. Julie Heimbach, directora del Centro William J. von Liebig para Trasplantes y Regeneración Clínica en Mayo Clinic de Minnesota.

3. Hay necesidad de más donantes diversos.
Se requiere más donantes de toda procedencia, pero es particularmente importante que más gente de orígenes diversos se inscriba como donante de órganos. 

Aproximadamente el 60 por ciento de las personas que están en la lista de espera no son de raza blanca. Si bien los órganos no se emparejan según la raza ni el origen étnico, hay mayor probabilidad de coincidencia con alguien de similar procedencia racial o étnica.

Al haber menos donantes diversos, la gente que no es de raza blanca puede tener que esperar más tiempo por un trasplante que le salve la vida.

4. La gente sana también puede considerar donar en vida.
Las personas sanas tienen la alternativa de convertirse en donantes vivos. En la donación en vivo de un riñón, que es el tipo más frecuente de trasplante con donante vivo, alguien dona uno de sus riñones sanos a un receptor. La gente sana y con excelente función renal solo necesita un riñón para llevar una vida normal y activa.

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Otra alternativa es convertirse en donante vivo de hígado. En ese caso, se extrae una parte del hígado del donante y se la coloca dentro del receptor. El hígado del donante vuelve a crecer hasta su tamaño normal en cuestión de semanas.

La gente puede donar a un pariente, un amigo, un conocido o hasta a un desconocido, como donación no dirigida.

5. Gracias a los avances médicos, los donantes de órganos salvan más vidas.
Las últimas investigaciones y los avances técnicos permiten confirmar que más órganos lleguen a quienes desesperadamente los necesitan. Entre los principales avances está la tecnología de perfusión que prolonga el tiempo entre la extracción del órgano y el trasplante. Los fármacos antivirales también sirven para eliminar el riesgo de contraer hepatitis C por aceptar el órgano de un donante infectado.

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