Bastante crítica se torna la situación en el Hospital Emiro Quintero Cañizares ante la emergencia generada por los elevados índices de coronavirus en la provincia de Ocaña.
Los médicos de la ciudad están agotados por las largas y extenuantes jornadas en la primera línea de atención y piden acciones tendientes para mitigar la propagación de la variante que circula en la región.
La red pública hospitalaria se encuentra en alerta roja por la ocupación de las camas que sobrepasó el ciento por ciento y muchos pacientes deben ser remitidos hacia otras regiones del país.
El especialista Juan Carlos Jiménez Illera, recomienda a las autoridades la adopción de medidas restrictivas para evitar el colapso definitivo de la red pública hospitalaria.
Fue enfático al afirmar que la velocidad de contagio y letalidad de la tercera ola es muy agresiva y compleja especialmente en la provincia de Ocaña.
“Todos los servicios están saturados. Hay personal médico agotado, algunos sufren el desgaste profesional o síndrome de Burnout que consiste en un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción por la cantidad de pacientes y las horas de trabajo adicionales que vienen realizando ante el impacto de infección y morbilidad en nuestra provincia”, agregó el profesional.
Manifestó que durante la primera y segunda ola se registraron cepas específicas y ahora existe una variedad con mayor grado de contagio. “Se deben tomar todas las precauciones, ya que se la situación se puede agravar si aparece la cepa Delta de la India que puede ocasionar consecuencias mayores. A diferencia de las otras tiene la particularidad de camuflarse en el sistema inmunológico y puede repetir la infección, ya que puede esquivar la efectividad de las vacunas, esa afectación leve o moderada del 5 por ciento se puede convertir en crítica y desencadenar la muerte de los pacientes”, reiteró el doctor.
Advierte a la gente que así esté vacunado se deben tomar las precauciones del caso. “El virus está circulando en espacios cerrados en forma de aerosoles y contamina el ambiente, al quitarse el tapaboca puede penetrar y generar el efecto letal. La situación es bastante compleja, la pandemia no ha terminado y se encuentra en la curva de ascenso. Directa o indirectamente muchas familias ocañeras han sido duramente golpeadas y vemos en las calles a gente con una actitud folclórica, usando mal el tapabocas en reuniones, fiestas y aglomeraciones”, dijo el galeno.