Thomas Cooper, de 5 años, perdió la vida el pasado 31 de enero cuando le realizaban una terapia hipebárica, en el Oxford Center, ubicado en los suburbios de Detroit, mientras era acompañado por su madre, quien resultó herida al intentar salvarlo.

Tras el incidente, cuatro personas fueron acusadas por la muerte de Thomas. De acuerdo con las declaraciones del fiscal general de Michigan, la maquina explotó en una instalación médica en el centro médico.

“Al parecer, una simple chispa provocó un incendio que se cobró la vida de Thomas en cuestión de segundos”, declaró la fiscal general Dana Nessel en una rueda de prensa celebrada el pasado martes.

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“Los incendios dentro de una cámara hiperbárica se consideran un evento de carácter terminal. Cada incendio de este tipo es casi con certeza fatal y por eso se han desarrollado muchos procedimientos y prácticas de seguridad esenciales para evitar que ocurra un incendio”, agregó.

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