A menos de 11 días para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el interés por saber quién ganará entre Kamala Harris y Donald Trump crece en el mundo. Quien llegue a la Casa Blanca en esta apretada carrera determinará el futuro del país por los próximos 4 años, pero también su política externa, de ahí que en naciones como Venezuela se sigan estos comicios con atención.
No es secreto que el tema venezolano es un punto en la agenda para ambos candidatos, algo demostrado en el reciente debate que ambos protagonizaron y en sus constantes discursos, donde mencionan al país.
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Tamara Taraciuk Broner, directora del Programa de Estado de derecho Peter D. Bell en el Diálogo Interamericano, estima que la situación política en Venezuela no será una prioridad para Estados Unidos.
“Es difícil saber cuál va a ser la postura de un Gobierno en Estados Unidos, sea demócrata o republicano, principalmente porque América Latina no es una prioridad, hay mucha competencia en el mundo con otras crisis que se llevan la atención”, indicó a la VOA la líder del proyecto que analiza la democracia, los derechos humanos, las prácticas anticorrupción y seguridad ciudadana en el continente.
Sin embargo, acota, cualquiera sea el ganador de la elección de noviembre debe entender que América Latina -y Venezuela en particular, por su crisis político electoral- tienen conexión con los asuntos internos que primarán en su toma de decisiones.
Si gana Harris, se prevé “continuidad” de las políticas de la Casa Blanca ante Venezuela de los últimos 4 años, opina la analista Elsa Cardozo. Una de sus características será “el uso político de las sanciones económicas de manera persuasiva” contra el oficialismo, explica.
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El mantenimiento de las sanciones económicas y la flexibilización de algunas de ellas se han manejado con el objetivo de persuadir al gobierno venezolano para que adopte “ciertas conductas” políticas, lo que favoreció la firma de los Acuerdos de Barbados, en octubre de 2023, y que hubiese elecciones presidenciales en julio, sostiene la analista.
Por su parte, la internacionalista Carmen Beatriz Fernández indicó que la política hacia Venezuela es uno de los pocos puntos de encuentro entre demócratas y republicanos.
Esta experta en comunicación política asegura que es notable el acercamiento que quiere hacer Nicolás Maduro con Trump, en los que destaca el interés petrolero.
“No estoy segura de que Maduro se pudiera sentir más incómodo con Trump que con Biden. Yo creo que a la vista de los hechos está igual de incómodo con ambos. Yo diría que Maduro prefiere a Trump, pues con los demócratas ya sabe lo que le espera, con Trump tiene la duda. Y le apuesta claramente a que Putin pueda suavizar su mala relación con Trump”, dijo.
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