Las autoridades en Australia señalaron que los presuntos responsables del tiroteo durante una fiesta judía, que dejó 16 víctimas fatales, perpetrado el pasado domingo 14 de diciembre en la playa de Bondi, en Sídney, fueron identificados como Khaled Al-Nablusi y Naveed Akram, padre e hijo de origen paquistaní.
El padre, de 50 años, murió tras el enfrentamiento con la Policía, y su hijo de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial, luego de ser desarmado de manera heroica por un hombre, en un acto que fue captado en video le dio la vuelta al mundo.
Ambos son originarios de Bonnyrigg (un suburbio de Sídney), según informaron fuentes de seguridad a la cadena pública ABC. Sajid contaba con licencia de armas desde hacía una década y tenía al menos seis armas registradas.
Uno de los agresores en playa de Sídney tenía presuntos vínculos con EI
La cadena ABC informó además de que la agencia de inteligencia australiana (ASIO) investigó hace seis años al hijo por presuntos vínculos con una célula del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Sídney. Mientras tanto, el padre había llegado a la ciudad en 1998 con una visa de estudiante.
Las autoridades declararon formalmente el suceso como “incidente terrorista” este domingo, lo que permitió activar poderes especiales para garantizar que no existía “ninguna amenaza adicional para la comunidad”.
El caso está en manos del Equipo Conjunto de Lucha contra el Terrorismo, que analiza las armas incautadas y solicita la colaboración ciudadana.
Debate sobre tenencia de armas y antisemitismo tras ataque terrorista en Australia
Entre tanto, la conmoción se apoderó de Australia este lunes por el ataque terrorista perpetrado la víspera contra la comunidad judía en la popular playa de Bondi, en el este de Sídney, que ha dejado 16 muertos -entre ellos uno de los presuntos atacantes- y reabierto el debate sobre tenencia de armas y antisemitismo.
Las autoridades mantienen acordonada la zona y han desplegado un amplio operativo policial mientras avanzan las investigaciones para esclarecer los hechos y descartar nuevas amenazas, en el que supone el peor tiroteo de la nación en 30 años y el atentado más sangriento del país.
Se trata de un caso que reabre el debate en Occidente sobre cómo frenar el terrorismo y la radicalización, sin estigmatizar a comunidades enteras y actuando con firmeza dentro del Estado de derecho.
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Así fue el ataque durante una celebración judía
El tiroteo se produjo sobre las 18:40 hora local (7:40 GMT) del domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en el parque Archer, junto a la popular playa de Bondi, una de las más concurridas y turísticas del país.
En el lugar se celebraba un acto por el inicio de la festividad judía de Janucá al que asistían cerca de un millar de personas, según confirmó la Policía de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney.
Tras los primeros disparos, agentes policiales acudieron rápidamente al lugar y se produjo un intercambio de fuego en el que dos policías resultaron heridos. Uno de los atacantes, un hombre de 50 años, murió tras ser abatido por la policía, mientras que el segundo, su hijo de 24 años, fue trasladado al hospital bajo custodia policial con heridas críticas, aunque estables.
Catorce personas murieron en el lugar de los hechos y otras dos fallecieron posteriormente en el hospital, con edades comprendidas entre los 10 y los 87 años. Entre ellas se encuentra una niña de 10 años, un rabino nacido en Reino Unido, un oficial de policía retirado, un superviviente del Holocausto y un ciudadano francés.
Comunidad musulmana condenó atentado terrorista en Sídney
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que el atentado “ha golpeado el corazón de nuestra nación” y lo calificó de “acto de terrorismo y antisemitismo”. Tras convocar de urgencia al Comité Nacional de Seguridad, prometió emplear “todos los recursos necesarios” para garantizar la seguridad de la comunidad judía.
El Consejo Nacional de Imanes de Australia (ANIC, por sus siglas en inglés) y la comunidad musulmana australiana condenaron “de forma inequívoca” el suceso y dijeron que “estos actos de violencia no tienen cabida en el país”.
Un “héroe” en medio del caos en playa de Bondi
En medio del tiroteo, un hombre logró desarmar a uno de los atacantes tras forcejear con él, según relataron medios australianos. Identificado como Ahmed al Ahmed, musulmán de 43 años, recibió disparos en el brazo y la mano y permanece hospitalizado tras ser operado. Su intervención fue alabada por responsables políticos dentro y fuera del país, que lo calificaron de “auténtico héroe” por su valentía.
La icónica playa de Bondi ofrecía este lunes una imagen inusual: casi vacía, en silencio y con flores, velas y mensajes de duelo en memoria de las víctimas. Vecinos y visitantes acudieron a rendir homenaje mientras la policía mantenía el perímetro acordonado.
El atentado de Bondi es el tiroteo más mortífero registrado en Australia en casi tres décadas, desde la masacre de Port Arthur en 1996, que marcó un antes y un después en la legislación sobre armas.
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