La reina Isabel II hizo su reaparición pública tras el funeral de su marido para inaugurar una nueva sesión parlamentaria y presentar el programa de "recuperación nacional" tras la pandemia de un Boris Johnson reforzado por las elecciones locales.
"La prioridad de mi gobierno es lograr una recuperación nacional de la pandemia que haga al Reino Unido más fuerte, más sano y más próspero que antes", afirmó la reina ante un número reducido de senadores y diputados, distanciados y con mascarillas, en la cámara alta del parlamento británico.
La pomposa ceremonia, en que los Lores vistieron sus togas rojas y pelucas blancas, pero la monarca no llevó las tradicionales capa de armiño y cadena de oro, se vio reducida debido a la pandemia. La soberana, de 95 años, llegó en automóvil en lugar de carroza.
Como dicta la tradición, Isabel II, con abrigo y sombrero color lavanda, leyó un discurso escrito por el ejecutivo exponiendo sus planes para el próximo año.
Estos incluyen dar mayores recursos al agotado sistema público de salud, con financiación adicional, nuevas tecnologías y programas contra la obesidad y los problemas de salud mental. También impulsar la investigación y seguir ayudando a las empresas asfixiadas por meses de restricciones.
Pero, tras la profunda revisión del pasado colonial británico desatada por el movimiento Black Lives Matter, también "se presentarán medidas para abordar las disparidades raciales y étnicas".
La agenda política incluye establecer objetivos legalmente vinculantes de emisiones de gases con efecto invernadero, cuando el Reino Unido se prepara para acoger la COP26 en Glasgow en noviembre y quiere predicar con el ejemplo.
Johnson pretende también reforzar su política de seguridad, impulsar la inversión en Defensa y endurecer las leyes migratorias, una de las promesas claves del referéndum de 2016 sobre el Brexit, que logró llevar plenamente a cabo el pasado 1 de enero.