En una entrevista a la revista Vogue, Kardashian dijo ser “extremadamente respetuosa con el vestido y lo que significa para la historia estadounidense. Nunca querría sentarme en él o comer en él o correr el riesgo de dañarlos y no usar el tipo de maquillaje corporal que suelo usar”.
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Cabe recordar, que Kardashian declaró haberse sometido a una estricta dieta y rutinas de ejercicios para poder bajar de 7 kilos y así lucir la pieza.
Sin embargo, el día del evento, lamentablemente, el cierre del vestido no terminó de subir.
En las fotos subidas por redes se puede ver que algunos cristales están faltantes y otros penden de un hilo.