La mañana del 2 de noviembre, Yaykely López salió de casa rumbo al trabajo sin saber que su vida cambiaría para siempre. Su relato, compartido en una entrevista con La Red, de Caracol Televisión, es una desgarradora crónica de un ataque con ácido y amenazas que parecen orquestadas desde las sombras. Pero esta historia no termina en el dolor: es también una muestra de una voluntad inquebrantable frente a un cáncer terminal que le fue diagnosticado en 2023.
“Había recibido amenazas desde febrero. Decían que mi madre tendría que recoger mi cuerpo en un ataúd”, comienza Yaykely. Las palabras de sus agresores habían pasado desapercibidas, tachadas de los delirios de alguien desquiciado. Pero ese día, el peligro se materializó. Un choque deliberado contra su auto fue el preludio de un ataque que marcó su cuerpo y su destino.
Lea: Martín Elías Jr lleva la dinastía Díaz a otro nivel
“Salí del carro para reclamar. El hombre, con tatuajes en su rostro y brazos, me arrinconó contra una pared. Sacó una botellita y me la lanzó mientras decía groserías en inglés. Yo no pensé que fuera ácido”. El líquido comenzó a corroer su piel de inmediato. “El pantalón se derretía y el dolor era insoportable. Sentía que me devoraba por dentro”.
A pesar del pánico y el dolor, Yaykely corrió a casa. Intentó aliviar las quemaduras con agua, pero el daño ya estaba hecho. Se desmayó dos veces antes de llegar al hospital, donde permaneció inconsciente tres días.