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“Amor y salsa”, la ilusión de Pablo Milanés
Juanes hace parte de este trabajo de colección y fue tan especial su participación, que Milanés lo felicitó demostrándole su admiración.
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Colprensa
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Domingo, 4 de Junio de 2023

Cuando el pasado 22 de noviembre de 2022 se hacía público el fallecimiento del cantautor cubano Pablo Milanés, tomaba otra connotación ese listado de letras que ha marcado la vida de personas que quizá nunca llegaron a conocerlo, pero que hicieron muy suyos esos mensajes que desde siempre han estado elevados a la categoría de clásicos.

Milanés fue uno de los representantes de la Nueva Trova Cubana, ese movimiento del que también hace parte el cantautor Silvio Rodríguez y que ha compartido con España y buena parte de Latinoamérica la creación en ida y vuelta de un cancionero inigualable que hace más fecunda la cultura popular.

Ahora surge un proyecto póstumo del Maestro, el mismo que no se concibió inicialmente así, toda vez que Milanés lo programó para que se rindiera, desde sus más queridas composiciones, un tributo a la salsa acompañado de figuras de todos los géneros pero que demostraran afinidad en lo que él había planeado. 

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Para esta tarea fue llamado el productor Dagoberto González Jr., quien estuvo unido musicalmente la mitad de su vida a Pablo, no siendo este el primer disco que graban, varias producciones antecedieron a este ejercicio que caracterizó su relación laboral, independientemente de la familiaridad que tienen, en este sentido habla en presente, porque aún lo siente muy cerca.

Versiones para la eternidad

En diálogo desde España, González indica que esta misión siempre estuvo en mente, quería que se versionaran algunos temas teniendo en cuenta que la obra de Milanés atesora mucho género implícito y de todos los discos que hizo, estaba el deseo de llegar a la salsa.

“Cuando me dio luz verde para hacerlo, me involucré en todos los aspectos, desde la producción ejecutiva hasta la musical, en la dirección, arreglo y orquestaciones, empezamos con la idea de hacer un disco en solitario, pero se unieron artistas como Gilberto Santa Rosa, Alejandro Sanz, entre otros, llegando a formar otro ‘Pablo Querido’, en el cual también tuve el honor de trabajar”, afirma el productor y músico.

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Este álbum recibió el nombre de “Amor y Salsa”, por tratarse del traslado de la obra de Pablo a otro mundo. “En el ejercicio las canciones de siempre sonaban como nuevas, y creo que eso es lo que más ha impactado, cómo el trabajo de Pablo puede renovarse por sí sola y mantener la esencia”, explica.

La pandemia fue un momento propicio para la música, si bien los artistas fueron los primeros en confinarse y los últimos en salir, hubo tiempo para dedicarse a trabajar, fue cuando González empezó a escribir ideas, maquetear y todo el trabajo de laboratorio que hacen los productores y arreglistas, se “cocinó” la historia y a medida que surgían ideas se las presentaba a Milanés para dar curso al proceso.

Los viajes fueron necesarios, “Amor y Salsa” se grabó en varias latitudes. Nueva York, Miami, México, Puerto Rico, La Habana y España. “El Maestro recibía resultados, siempre fue así y yo tenía la oportunidad de desarrollar y exponer mi criterio, la amabilidad de Pablo trascendía a la música, era muy bondadoso y escuchaba las propuesta. Con las miradas teníamos un lenguaje y una relación profesional muy cercana”, advierte.

La tarea más importante

Dentro de este proyecto cargado de cantautores e intérpretes de primera división, admiradores fervientes de la obra Pablo Milanés, la otra tarea consistió en buscar los temas, y Dagoberto supo asignar a las voces la letra correspondiente.

Dentro del grupo, algunos ya habían cantado con Pablo en conciertos, otros que nunca lo habían hecho, sin embargo, todos se acoplaron perfectamente al trabajo que el productor cubano se propuso hacer y hoy demuestran su satisfacción ante tal participación.

La obra musical del cantautor de las tres generaciones tiene una esencia muy arraigada. Desde su composición a guitarra sola, hasta las versiones posteriores se sabe de qué se está hablando, comunica con ese poder de creación. “Pablo tenía su esencia en modo continuo y el éxito de la versión es mantenerla, no se pasa trabajo para versionarlo, está implícito cualquier estilo que se quiera usar y va a quedar bien”, afirma González.

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El productor recuerda que la última canción que se grabó fue “Cuánto gané, cuánto perdí”, con el Maestro ya más enfermo, sin embargo, llegó al estudio y se repuso, cuando abrió la voz entonó la canción de arriba abajo sin un fallo, no hubo que repetirla.

“Ese día compartimos mucho, escuchamos casi todo el disco, porque cada vez que nos juntábamos lo oíamos nuevamente, la idea era tener una canción de él solo y como se trató de un álbum doble, “Quiero poner en la tierra mis pies”, es la segunda en solitario, manifiesta.

Con un repertorio tan amplio y la capacidad de composición intacta, Milanés incluyó algunos temas inéditos que se estrenan en este disco, uno de ellos cantado por Juanes, quien dio una muestra de su musicalidad, armonía interna y gran talento, en un estilo difícil para él como es el son, manifestado en “Día de luz”. Otro tema de estreno es “Desde el portal”, a dueto con Francisco Céspedes, haciendo parte de esa poesía que convergía en la obra del cubano.

Ahora, cuando se disfruta plenamente de ese notable repertorio, González manifiesta que nunca imaginó que se publicaría póstumo. “Pablo era un gladiador, un guerrero de las mil batallas, lo acompañé por 25 años, se enfermaba, pero el escenario lo mejoraba, cantar era su vida, él estaba ilusionado con ver este momento, yo sé que desde dónde esté disfruta esta obra maravillosa que dejó para la humanidad”.

Satisfecho con el resultado, Dagoberto González Jr. advierte que vendrán sorpresas, porque incluso hay cosas que se estaban “cocinando”, por ahora “Amor y Salsa” se disfruta desde la plenitud de saber que el legado de Pablo Milanés trascenderá.

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