Con velocidad, fuerza y determinación, el colombiano Yílmar González debutó en los octavos de final de los Juegos Olímpicos, demostrando que en el boxeo no existen sueños que no se puedan alcanzar.
En la categoría de 57 kilogramos, González fue eliminado por la decisión unánime de los jueces en su combate de octavos de final frente al japonés Shudai Harada durante la tarde de este miércoles 31 de julio en el North Paris Arena.
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Campanada inicial: su apodo es ‘Speedy’ y, sin duda alguna, este se hizo notar con sus rápidos movimientos, su agresividad y varios golpes potentes a la cara de su rival. Harada era paciente y escurridizo; siempre intentaba mantener la pelea en el centro del ring para esquivar los golpes de Yílmar y conseguir conectarle contragolpes veloces y precisos. La estrategia del asiático dio resultado cuando los jueces decretaron que el primer asalto, por decisión unánime, era para él.
En el segundo asalto, Yílmar continuó con intensidad e iniciativa. Sus rápidos golpes conectaron en varias ocasiones ante Shudai, quien se limitaba a esquivarlos, recorrer el ring y contragolpear. El desgaste del colombiano era cada vez más evidente y la astucia de su rival no le permitía llevar la pelea a una esquina del ring. Con algunos fallos en sus potentes derechazos, el colombiano intentó avanzar a la siguiente ronda a través de un nocaut en el último round.