Tras una semana de investigación del robo de siete motocicletas de la Policía, que estaban fuera de servicio y las tenían en un parqueadero de la Gobernación de Norte de Santander, la Fiscalía que asumió el caso obtuvo indicios que señalarían a un vigilante como uno de los presuntos cómplices de los ladrones.

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Esa versión se basa en que los responsables del hecho, que llegaron el 23 de febrero hasta el parqueadero, ubicado en la que antes era la plaza de toros de Cúcuta, en el barrio Sevilla, no intimidaron con armas a quienes custodiaban el lugar.

Según la investigación, ese jueves los delincuentes llegaron en un camión, uno de ellos se bajó, habló con un celador y a los pocos minutos los otros ladrones montaron en el vehículo las motocicletas Suzuki DR 200, de placas: ZTF95C, ZTF90C, ZTF89C, ZTF87C, ZTF81C, ZTF79C y ZTF78C y se las llevaron.

“La justicia se encargará de determinar qué delitos cometió esta persona, la hipótesis que se maneja es que el vigilante, presuntamente, accedió a que se llevaran las motos fuera de servicio y nunca reportó esa situación con el encargado del sitio, para confirmar si era cierto lo del traslado”, indicó una fuente judicial cercana al caso.

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Los investigadores ahora buscan evidencias que determinen si a esa persona le dieron dinero y cuánto fue, con esas evidencias podrían capturarlo y presentarlo ante un juez para que responda por el hecho.

El coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Policía de Cúcuta, indicó que los investigadores de la Sijín y la Fiscalía que asumieron el caso recopilan información para fortalecer esa versión.

Ramírez también explicó que se trató de un proceso administrativo de la Gobernación, porque el personal de una empresa de vigilancia es el encargado de cuidar el parqueadero donde ocurrió el hecho.

¿Cómo se dieron cuenta?

El viernes 24 de marzo, a las 4:30 de la tarde, cuando la persona encargada del almacén de intendencia de la Gobernación revisaba minuciosamente el inventario de ese sitio, descubrió el ‘hueco’ de las motos Suzuki DR 200.

De inmediato puso en conocimiento de la Policía el hecho, iniciando la investigación para esclarecer cómo ocurrió todo. Lo primero que llamó la atención de las autoridades fue que nunca se reportó alguna novedad en el parqueadero, por lo que recopilaron testimonios que apuntaron a que, presuntamente, un vigilante tuvo complicidad en el hurto.

El coronel Jhon Chavarro, comandante de la Policía de Norte de Santander, indicó en su momento que los automotores fueron entregados inicialmente mediante un comodato, ejecutado el 13 de febrero de 2020, pero hace unos dos meses esos automotores quedaron a entera disposición de la administración departamental.

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