En los ojos de Jhon Alexander Sánchez López se refleja claramente dolor, desesperación y miedo. Su vida ha estado marcada por hechos violentos.
Este hombre no olvida el homicidio de sus hijos Didier Farid y Deivinson Jair Sánchez Pérez, de 17 y 15 años, descubierto el 15 de noviembre de 2017, en La Parada.
Sánchez insiste en que a pesar de que sus dos únicos hijos eran trabajadores, que se rebuscaban el dinero vendiendo artesanías en el parque de Villa del Rosario y trabajando como maleteros en la frontera, los asesinaron de manera brutal, torturados, amordazados, amarrados y apuñalados con sevicia en una casa del barrio Centro de La Parada.
“Ya han pasado casi dos años y no tengo una respuesta oficial de la Fiscalía ni de las autoridades. Hubo una persona capturada que al parecer dijo que el crimen de mis hijos fue una confusión, pero no tengo una respuesta clara de lo que pasó con ellos”, dijo.
Sánchez camina temeroso por los alrededores de Villa del Rosario, pues una amenaza y un ataque que ocurrió en mayo de 2018 lo obligaron a abandonar su tierra natal y buscar otros horizontes, lejos de esta zona de frontera.
“Aunque he querido visitar mi casa que está en San Antonio (Venezuela) no me atrevo. En La Parada unos hombres me agarraron, me golpearon con la cacha de un arma y me robaron los documentos del caso de mis hijos”, dijo.
Intento de suicidio
Este papá desesperado por conocer la verdad sobre el destino mortal de sus hijos, recordó que ahora tiene que afrontar múltiples problemas con su esposa, que ha intentado en dos ocasiones quitarse la vida por este fatal recuerdo.
“Mi esposa recibió un documento con las fotografías de la escena del doble crimen de mis hijos y eso fue tremendo. Se quiso quitar la vida y en este momento está internada en una clínica”, dijo Sánchez.
La escena fue macabra, al ver a sus dos hijos menores de edad torturados y con múltiples heridas.
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La captura
En diciembre de 2017 la Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a los integrantes de la banda delincuencial La Frontera, dedicada a cobrar extorsiones y a cometer homicidios en La Parada.
El coronel Javier Barrera, el entonces comandante de la unidad policial, aseguró que esta banda simulaba pertenecer al Ejército de Liberación Nacional (Eln) para generar temor entre los habitantes de la frontera.
A La Frontera se le atribuyó, entre otros crímenes, el asesinato de los hermanos Sánchez Pérez.