Un mes y dos días han pasado desde aquel trágico 7 de mayo en el que el teniente Carlos Eduardo Contreras Manosalva, de tan solo 23 años, perdió la vida en un acto de heroísmo en Los Patios. Desde entonces, el vacío dejado por su ausencia ha sido irreparable para sus familiares, amigos y compañeros. En la estación de Policía de Betania, donde trabajó sus últimos días, la tristeza es palpable. La falta que hace el 'Viga', como le decían cariñosamente, se siente en cada rincón. Aunque sus compañeros, entre risas, cuentan anécdotas vividas con su comandante, el dolor en sus ojos revela el impacto profundo de su pérdida.
La pregunta que persiste es: ¿A quién buscaban los sicarios ese fatídico día? Hasta ahora, esa pregunta no había tenido respuesta.
El relato del hecho
El pasado 7 de mayo, Contreras Manosalva empezó a laborar a las 7:00 de la mañana adelantando algunos patrullajes por Los Patios. A las 4:00 de la tarde estuvo por la estación de Policía de La Libertad y a las 5:30 se alistó para ir a jugar fútbol con sus compañeros y amigos.
Dos horas después, retornó a sus labores en la estación de Betania, sin saber lo que le esperaba esa noche.
A las 7:40 p.m. la central de radio de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) recibió una alerta sobre algunos disparos que se habían escuchado en el sector conocido como ‘La Cemento’, por el Anillo Vial Oriental.
El oficial fue acompañado por un patrullero a verificar lo que había sucedido pero no encontraron nada, así que decidieron regresar a patrullar.
Cuando transitaban por la avenida 10 de Los Patios con rumbo a Betania, nuevamente se dio la alerta pero esta vez sobre dos hombres que estarían armados como si estuvieran buscando a alguien por el barrio Once de Noviembre, para asesinarlo.
Las personas que informaron sobre la situación, suministraron las características de los sospechosos y fue así como se activó un ‘Plan Candado’ para ubicarlos y detener los planes que tenían en mente.
En medio de esa búsqueda, a la altura de la avenida 10 entre calles 18 y 19, de ese mismo barrio, el oficial vio a los dos hombres que se movilizaban en una motocicleta y le dijo a su conductor “esos son, vamos a requisarlos”.
Como los sospechosos transitaban por el sentido contrario de la vía, la patrulla de Contreras Manosalva buscó el retorno más cercano y los alcanzó en la Urbanización La Campiña.
“Oríllense, oríllense”, le dijo el patrullero a los hombres mientras ambas motocicletas seguían su curso, pero no contaba con que el parrillero, que después fue identificado como Randy José Herrera Rey, llevaba el arma en la mano y le apuntó a la cabeza para después dispararle.
En una rápida reacción, el patrullero se cubrió con el hombro y fue allí donde terminó recibiendo el balazo.
Pero Randy no se quedó quieto y luego le apuntó al oficial a quien sí le propinó un tiro en la cabeza dejándolo gravemente herido.
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“Yo sentí cuando mi teniente se baja de la moto pero ahí yo no sabía que había quedado herido, yo seguí detrás de los sujetos y se presentó un cruce de disparos que se extendió por varios metros”, comentó la otra víctima.
Tanto Randy como su cómplice, Luis Alejandro Falcón Romero, quedaron heridos pero aceleraron su marcha para perderse entre el tráfico, sin embargo, no aguantaron mucho pues en la entrada al barrio Montebello, cayeron tendidos en el piso.
Los refuerzos que llegaban a apoyar a ambos uniformados, lograron capturar a los dos pistoleros y trasladarlos al centro asistencial.
“Yo me regresé a ver qué había pasado con mi teniente pero lo vi en el piso y empecé a solicitar ayuda con urgencia. Él alcanzó a mover un pie así que la gente me ayudó a subirlo a una camioneta blanca que pasaba por ahí y nos fuimos al hospital”, relató el patrullero.
Lamentablemente, en cuestión de minutos, se confirmó el deceso del oficial, una noticia que consternó a toda la población. La rabia, impotencia y tristeza, se apoderaron del Hospital de Los Patios, a donde arribaron los altos mandos oficiales.
Iban por un testigo
En un principio se creyó que Randy José y Luis Alejandro planeaban un robo millonario en el sector, pero esa versión fue rápidamente desmentida. Posteriormente, las autoridades confirmaron que ambos eran integrantes de la banda criminal Los AK47 y tenían la misión de cometer un asesinato en Los Patios.
La Opinión pudo conocer, gracias a una fuente judicial, que los sicarios buscaban a un testigo clave en el caso de Jaime Vásquez, el veedor ciudadano asesinado el pasado 14 de abril en un establecimiento comercial del barrio La Riviera, en Cúcuta.
Los testimonios de dos testigos, cercanos al presunto sicario Alejandro José Arias Alejos, alias ‘Cojo’, fueron cruciales para su captura. Por esta razón, Falcón y Herrera habrían recibido la orden de eliminar a uno de ellos.
El intento de silenciar todo lo relacionado con el caso de Jaime Vásquez es alarmante y perturbador. No solo se cobró la vida del valiente teniente Contreras, sino que también se ha desatado una ola de violencia y amenazas contra aquellos que buscan justicia y transparencia.
Francisco Palacios, otro veedor comprometido en Cúcuta, quien trabajaba estrechamente con Vásquez en investigaciones sobre corrupción en las entidades de servicios públicos, se ha convertido en otro blanco de estos intentos de silenciar la verdad pues ocho días después de la muerte de Jaime, recibió amenazas en su contra.
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La situación se tornó aún más grave cuando Palacios sufrió un atentado en su propia vivienda, un claro mensaje de que los responsables están dispuestos a recurrir a la violencia extrema para proteger sus intereses y evitar que se revele la verdad.
Los sicarios
Falcón Romero fue capturado en 2021 en Medellín, por hurto. El hombre, de 28 años y de nacionalidad extranjera, habría salido de la cárcel el 17 de junio del año pasado. Ahora, tendrá que pagar el crimen del oficial en la Cárcel de Máxima Seguridad de Palogordo, en Girón (Santander), a donde ya fue trasladado.
Por su parte, alias Randy, como es conocido en el mundo criminal, registra un prontuario más extenso.
El también ciudadano extranjero, de 21 años, habría sido integrante de la banda criminal ‘La Línea’, entre 2018 y 2020, con injerencia delictiva en la frontera.
El 25 de mayo de 2020 fue capturado cuando, al parecer, llegó en compañía de otro hombre a presionar a algunos comerciantes de El Escobal para que pagaran una ‘vacuna’ a cambio de no atentar contra sus vidas.
Luego de recobrar su libertad, el hombre habría seguido su accionar delincuencial ahora en la banda conocida como ‘Los AK47’. Randy permanece en delicado estado de salud en un centro médico bajo custodia de las autoridades.
Apasionado por la institución
Carlos Contreras nació el 8 de octubre de 2000 en Aguachica, era el hijo menor de Judith Stella Manosalva Pallares y Luis Eduardo Contreras Martínez. Hizo la primaria en el Colegio Jorge Eliécer Gaitán y el bachillerato en la Institución Educativa Técnica José María Campo Serrano.
Durante sus seis años de bachillerato, hizo parte de la banda cívica porque era un aficionado por los instrumentos.
“Desde el grado 11 veníamos conversando sobre lo que quería estudiar. Él era como un hijo para mí y yo le decía que quería apoyarlo en lo que quisiera. Hablamos de la Policía y en diciembre de ese año, me dijo que le pagara la carrera como oficial”, comentó Alejandro Contreras, hermano de la víctima.
En el 2018, Carlos Eduardo inició su preparación en la escuela de cadetes en donde también ingresó a la banda de guerra. En 2019 sufrió el atentado en la Escuela General Santander de Bogotá que cobró la vida de 22 cadetes, muchos de esos eran sus amigos.
“Él estaba en el aula de clase cuando sonó el estruendo pero gracias a Dios salió ileso. Ese hecho lo que hizo fue darle más motivación para continuar”, relató el hermano.
Al siguiente año, se graduó en plena pandemia por la COVID-19 y fue asignado a la Policía Metropolitana de Cúcuta. Allí, se ganó el respeto de sus compañeros y superiores por su valentía y compromiso con el deber.
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Siempre estuvo dispuesto a enfrentar nuevos desafíos, recibiendo numerosas felicitaciones y condecoraciones por su dedicación, siendo la más destacada la ‘Heroína Florentina Salas’ entregada en Los Patios por su trabajo como comandante de la estación Betania.
“Cuando a él lo notificaron para hacer el curso de ascenso para teniente efectivo, fue la felicidad más grande. Me llamó inmediatamente a contarme y todos estábamos muy orgullosos”, añadió Alejandro.
Junto con su familia estaban planeando irse de viaje en agosto a conocer el mar y a pasear por La Guajira, luego a disfrutar de las ferias de Aguachica. Trece días antes de su muerte, había comprado un carro Kia Río, de color negro, en el que pensaba llevar a sus seres queridos y con el que viajaría en septiembre a cumplir con su curso de ascenso. Pero el pasado 7 de mayo, la tragedia sucedió.
Querido en la comunidad
Al teniente Contreras hasta la comunidad lo apreciaba. Su sencillez, su entrega y pasión, se evidenciaba en cada uno de los barrios que visitaba.
“Él tenía mucha cercanía con los niños de la Cívica y ellos todavía no se reponen de ese dolor que les causó la muerte del muchachos. Aquí lo queríamos mucho”, contó María Rojas, residente del barrio Betania.
La mujer añadió que “se sentaba a comer con la gente en la calle, saludaba a todo el mundo, siempre estuvo dispuesto a ayudarnos en lo que necesitáramos. Nos quitaron a un héroe”.
‘Niña’ y ‘Rocky’
El amor que tenía por los animales lo demostró con dos perritos que adoptó en la estación: ‘Niña’ y ‘Rocky’.
La historia de ‘Rocky’ es especial pues éste sufrió un accidente y quedó gravemente herido pero, Contreras Manosalva, al enterarse del caso, lo rescató y le brindó un hogar, convirtiéndose en su compañero fiel.
Tras la muerte del oficial, ‘Niña’ protagonizó un video que fue viral en redes sociales en el que aullaba al lado del vehículo en el que el uniformado se transportaba.
“De tanto tiempo que lleva esa perrita aquí, era la primera vez que la escuchábamos aullar. Ella se paró al lado del carro y le aullaba a la puerta esperando que mi teniente se bajara”, relató uno de los compañeros de la víctima.
También contó que “por una semana, después de la muerte, ‘Rocky’ no nos quiso recibir comida y estaba muy achicopalado. Se hacía debajo del mesón y de ahí nadie los sacaba”.
Tendrá su nombre
Tras conocer la lamentable noticia, el general William René Salamanca solicitó que como reconocimiento a la trayectoria institucional y la labor abnegada del teniente Carlos Eduardo Contreras Manosalva, se le dé su nombre al próximo curso que se gradúa en diciembre. Además, se otorgará la Medalla al Valor a la familia del oficial.
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