Lo que menos esperaban Yessin David Cubides y Jaider Andrés Manzano, era que uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta llegaran hasta las ‘ollas’ en las que presuntamente delinquían, ubicadas en los barrios Tucunaré y Las Palmeras, pues dentro de las dos residencias los uniformados encontraron más de cien kilos de marihuana.
Todo fue posible debido a la colaboración de la ciudadanía, que en diciembre se acercó hasta las instalaciones del Gaula de la Policía, e instauró la denuncia. Desde allí, los investigadores comenzaron a adelantar las acciones de vigilancia y seguimiento, que con el paso de las semanas empezó a dar frutos.
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Los uniformados supieron que el resultado de esta operación podría llegar a ser un golpe importante en el mundo del microtráfico, al enterarse que estas dos personas estarían presuntamente trabajando para La Familia P, la banda delincuencial que dirige desde una cárcel en Bogotá el temible Ever Carreño, alias Porras.
Y tenían razón, pues una vez obtuvieron ante un juez las respectivas órdenes de allanamiento y concretaron cómo harían el operativo, desplegaron 30 uniformados del Gaula el pasado 3 de febrero a las 2:30 de la tarde y arribaron a las dos casas.
Fue adentro de los predios que encontraron a Yessin David y Jaider Andrés, quienes de inmediato quedaron detenidos. Las autoridades, además, se incautaron de 109 kilos de marihuana que se encontraba distribuida en 214 paquetes rectangulares; un kilo y 300 gramos de base de coca; un arma de fuego; y una motocicleta GN.
De acuerdo al reporte de las autoridades, estas viviendas serían utilizadas por la banda delincuencial como un centro de acopio, distribución y comercialización de estupefacientes. Así mismo, se presume que tanto Yessin como Jaider harían parte de la organización delictiva desde hace dos años. Por esa razón, a ambos les imputaron el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Ninguno de ellos contaba con antecedentes, por lo que quedaron a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía para adelantar las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento. Luego del proceso jurídico, un juez decidió enviarlos a la cárcel.
Este golpe de las autoridades representa un fuerte resultado en contra de la disputa por el microtráfico que se presenta en Cúcuta, por las bandas delincuenciales de Porras y Jayson Omar Pabón Garavito, alias Pepino.
Los últimos homicidios de La Familia P
Hace tres días, en el Anillo Vial Occidental, a la altura del barrio Alfonso Gómez, el presunto sicario de Porras, Luis Felipe Bravo Restrepo, baleó a Franklin Alexander Balmaceda Santander y Darwin Daney Durán Téllez a las 6:30 de la noche, cuando estos acababan de llegar de un paseo en el río Zulia.
Según los testigos, justo en el momento en el que Franklin y Darwin pasaron en la motocicleta, Luis Felipe arrancó en la moto y les disparó en repetidas oportunidades.
Mientras las víctimas caían al piso, su agresor continuó su curso para escapar de la escena, pero tampoco corrió con suerte porque se encontró de frente con uniformados de la Mecuc que transitaban por el lugar.
“Cuando él (Luis Felipe) ve a los policías, les dispara y uno de los uniformados sacó el arma de dotación rápidamente para reaccionar, logrando propinarle alrededor de dos impactos de bala”, comentó una fuente judicial.
Luis Bravo siguió en su motocicleta, pero metros más adelante chocó con un carro y cayó sin signos vitales al pavimento.
De manera extraoficial, se conoció que una de las víctimas (Franklin Alexander) era un presunto sicario de la banda de Pepino. Por lo que la hipótesis sería la continuación de la guerra sangrienta que se disputa entre Porras y Pepino desde el año pasado.
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