La muerte y la violencia se resisten a alejarse de la vía hacia el corregimiento San Faustino, zona rural de Cúcuta. Los grupos armados ilegales se pasean por este corredor vial tan tranquilamente, haciendo de las suyas sin ningún control de las autoridades.

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El asesinato de un hombre, que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado, es el reflejo real de esta situación.

Cuatro impactos de bala en la cabeza y el pecho acabaron con la vida de la víctima, con una edad entre 40 y 45 años.

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El hallazgo del cadáver se dio en la vereda La China, de San Faustino. Hasta allí, empleados de una funeraria llegaron para trasladar el cuerpo hacia el Instituto de Medicina Legal.

La Fuerza Pública evitó llegar hasta la escena del crimen por la alteración del orden público que se vive en este sector.

Los tatuajes

Los tatuajes que tiene la víctima en la mano derecha, de una corona de rey, y un escudo de un equipo de fútbol, en la pierna izquierda, serán fundamentales para que los familiares la identifiquen.

El hombre asesinado vestía una bermuda de color beige, botas de color café y medias negras. No tenía camisa.

La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantó la inspección técnica del cadáver en el instituto forense.

Por ahora avanzan las investigaciones para establecer los móviles del asesinato y la identificación plena.

El crimen de Maricela Franco en esa vía

El 28 de junio fue el último día que los familiares y amigos de Maricela Franco, de 48 años, la vieron con vida, antes de que un grupo de hombres armados llegó hasta la casa de la mujer, en el barrio Minuto de Dios y la obligó a irse con ellos, con rumbo desconocido. Dos días después, ella fue hallada sin vida en la vía que conduce hacia San Faustino.

Las esperanzas de los seres queridos de la víctima, de volver a verla con vida se acabaron cuando finalmente se percataron de que la mujer que fue asesinada a balazos en la cabeza, en esa misma vía por la vereda El Porvenir, zona rural de Cúcuta, era su familiar.

El cadáver fue encontrado por los transeúntes y habitantes de este sector, por lo que de inmediato alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta de lo que había sucedido.

La mujer, que vestía una camiseta de colores rojo y negro, una licra negra y zapatos blancos, tenía las prendas mojadas y rastros de barro, por lo que las autoridades presumen que los homicidas pasaron a Franco desde Venezuela por el río Pamplonita, para asesinarla en territorio colombiano.

Esta práctica se ha hecho común en este sector, pues allí, la falta de presencia de la Fuerza Pública complementa un escenario perfecto para el crimen.

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