Corría la noche del sábado 15 de marzo en Villa del Rosario, Norte de Santander. Se vivía un ambiente de alegría y competencia sana en la inauguración de un nuevo negocio y torneo de pool, con participación de jugadores internacionales.

Las apuestas estaban servidas. Los gritos de euforia, por sus favoritos daban cuenta de que acababa de iniciar la gran partida entre el guajiro Lainker Quiñonez, más conocido como Kuko y Gerson Martínez, otro billarista de Peruano, ambos se disputarían la conquista del Gran Templo del Billar.

Sin embargo, cerca de las 9:30 p.m., la tranquilidad se quebró cuando un hombre armado abrió fuego contra los asistentes del establecimiento.

De acuerdo con información obtenida por La Opinión. El sicario burló la seguridad de tres guardias privados, e ingresó al establecimiento haciéndose pasar por un asistente más.

Apenas pasaron quince minutos desde su ingreso, cuando el pánico se apoderó del sitio en cuestión de segundos. El caos se desató. Varias personas se resguardaron tirándose al suelo y otros detrás de la mesa de billar y mientras que la mayoría huyó, seis de los presentes fueron alcanzados por las balas.

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Una fuente judicial reveló a La Opinión, que tras la investigación, establecieron que el pistolero primero disparó al techo para dispersar a los asistentes y con eso armó la locura e inmediatamente su arma apuntó directo a su objetivo: Samir Fernando Olarte. Y aunque disparó varias veces solo lo impactó una sola vez en el pecho.

Pero Edwin Yesid Uribe Vargas al intentar huir, se cruzó entre el pistolero y su objetivo y una bala impactó en su oído izquierdo. El hombre terminó perdiendo la vida en el sitio.

Aunque Samir Fernando fue auxiliado y trasladado a un centro de salud, no resistió a la herida de bala. Mientras tanto, también quedaron heridos Felipe Alfonso Osorio Velásquez, Jesús Ariel Suárez, Jimmy Ramírez Martínez y Edinson Lascarro Carrillo.

Tras cometido el ataque, el agresor aprovechó el desorden y el miedo colectivo para escapar.

Una fuente cercana a la investigación, aseguró que el pistolero tendría como blanco a Samir Fernando Olarte, quien se dedicaba al cambio de divisas. Y aunque la víctima no tenía antecedentes, se conoció que prestaba dinero y que recientemente mencionó que le adeudaban una suma considerable.

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Los organizadores del evento lamentaron los hechos y enviaron un mensaje de solidaridad con las familias de las víctimas.

Mientras tanto, las investigaciones siguen su curso.

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