¿Para quién iba dirigido el atentado? era la pregunta que se hacía la comunidad del barrio Cundinamarca, la tarde de ayer, luego de escuchar por lo menos unos siete disparos y que dos personas resultaran heridas.
Y es que el interrogante surgió porque, según algunos testigos, el ataque se presentó en extrañas circunstancias.
Este medio de comunicación logró conocer detalles de lo que realmente sucedió, además de conocer quién o qué era el objetivo de los sicarios.
El ataque a bala
Eran las 5:30 de la tarde y en la calle 11 con avenida 21 de ese barrio de la Comuna 9 de Cúcuta, había un grupo de personas comiendo pasteles en un puesto que se ubica desde hace 30 años en el mismo sitio.
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La venta era atendida por la hija del dueño quien, además, estaba acompañada también de su pequeña hija, de unos 8 años.
Allí, entre esas personas, se encontraba José Ángel Gómez Durán, de 54 años, comiendo, sentado en el andén.
En ese momento, dos hombres aparecieron en una motocicleta Suzuki AX4 y detuvieron su marcha justo en la esquina donde estaba la venta.
“Yo me di cuenta cuando el parrillero iba a sacar el arma y se le enredó como en el pantalón, ahí nos dio chance de tirarnos al piso”, comentó un residente del sector.
Segundos después, el sicario empezó a disparar en repetidas oportunidades mientras el conductor volvió a arrancar la motocicleta para huir.
Fueron por lo menos unos siete disparos los que la comunidad alcanzó a escuchar y, pasado el alboroto, se dieron cuenta que unas de las balas lograron impactar a dos personas, mientras que las demás quedaron marcadas en la fachada de una tienda mixta, ubicada justo en el mismo sitio donde está el puesto de pasteles.
Según los relatos, tan pronto se presentó el hecho, las personas que se encontraban alrededor del lugar, se aglomeraron para auxiliar a una de las víctimas.
“La gente decía que le habían dado a Comisario y cuando fuimos a darnos cuenta sí era él, pero le impactaron fue en la pierna. El otro muchacho es el pianista de la iglesia, pero él fue como un roce, él mismo salió tranquilamente como malherido, pero no fue grave”, dijo el residente.
Mientras José Ángel era trasladado hasta la Unidad Básica de la Loma de Bolívar, la comunidad alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta sobre lo sucedido.
¿Un intento de atraco?
En un principio a las autoridades les reportaron que se trataba de un intento de hurto de una cadena de oro y que, como Gómez Durán se habría opuesto al robo, los ladrones optaron por dispararle.
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Sin embargo, cuando los uniformados llegaron al sitio y observaron que el hombre tenía en uno de sus brazos un tatuaje alusivo, presuntamente, a la banda criminal Los AK47, indicaron que se pudo haber tratado de un ajuste de cuentas.
Pero, esa versión fue desmentida por los mismos testigos del hecho quienes aseguraron que los dos hombres resultaron heridos por balas perdidas.
“Como se dieron las circunstancias, el ataque no estaba dirigido para ninguno de ellos dos, ellos no eran el objetivo. Aunque Comisario, que es el señor de edad, como que hizo parte de una banda, ahorita está consagrado en una iglesia evangélica”, relató uno de los presentes.
Por amenazas
Luego de descartar las hipótesis de hurto y ajuste de cuentas, surgió una nueva versión, la cual, apuntaba a una disputa entre vecinos, pero también fue desacreditada.
La Opinión conoció que el atentado realmente estaba dirigido contra el establecimiento comercial, presuntamente por amenazas recibidas con anterioridad.
Incluso, justo después de presentarse el ataque, los dueños de la tienda mixta recibieron un mensaje en el que presuntos miembros de Los AK47 se atribuían el hecho.
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