Con la muerte del capo del Catatumbo, Víctor Ramón Navarro Serrano, conocido como ‘Megateo’, el jueves 1 de octubre, a manos de la fuerza pública, las directrices de la principal fuente de ingresos para los grupos armados ilegales: el narcotráfico, empezó a tomar diferentes rumbos hacia otras zonas de Norte de Santander.
Es así como las autoridades han detectado que la producción de droga se extendió a municipios donde antes no existía este fenómeno, como Chinácota, Durania y Bochalema.
Una de las hipótesis que se investiga es que tras el hallazgo de cultivos de marihuana tipo exportación y de cristalizaderos de clorhidrato de cocaína en estos municipios, los pequeños carteles de narcotraficantes están buscando otras alternativas de producción de droga para poderla exportar hacia Venezuela y Centroamérica.
Por esta circunstancia, Cúcuta se ha convertido en un puerto importante para el paso de los estupefacientes y, sin lugar a dudas, parte de esta droga se queda en manos de las bandas criminales para el comercio del microtráfico.
En Norte de Santander operan en alianza el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las bandas criminales como el ‘Clan Úsuga’, para la producción, el transporte y el comercio de las sustancias ilícitas.
“Esta estrategia se da para llegar a la frontera y sacar hacia Venezuela en pequeñas cantidades la droga, máximo de 100 kilos, lo que se conoce como el famoso ‘hormigueo’”, afirmó una fuente judicial.
Quedó evidenciado que en la región los narcotraficantes trabajan de dos formas:
-Ubicando pequeños laboratorios de coca en las localidades donde antes no existía ese negocio ilícito.
-Alquilando los cultivos y los cristalizaderos en diferentes fincas y presuntos lotes baldíos en esta zona.
“Ahí se paga por el terreno para que se pueda cultivar marihuana y procesar la coca. En estos sitios se alcanza una producción de 300 a 400 kilos de droga semanales”, explicó la misma fuente.
Las autoridades han descubierto que en el caso de la cocaína, los carteles sacan la base desde el Catatumbo y la cristalizan en estos pequeños laboratorios, en los municipios recién afectados por los narcotraficantes.
Por esto, la unión de esfuerzos entre la compañía Antinarcóticos de la Región de Policía N°. 5 en coordinación con tropas de la Trigésima Brigada del Ejército, han incautado 1.147 kilos de clorhidrato de cocaína, 268 kilos de base de coca, en 9 laboratorios distribuidos entre Chinácota, Durania y Bochalema.
Además, en Cúcuta se han incautado en lo corrido de 2015, un total de 16 toneladas de marihuana y cinco toneladas de coca.
El comandante de la compañía Antinarcóticos, coronel George Quintero, aseguró que la estrategia para combatir el narcotráfico en esta zona del país se divide en tres partes: golpear la estructura financiera, cortar los corredores viales por donde se transporta la droga y la destrucción de los laboratorios.
Asimismo, el oficial resaltó que se debe alertar a la comunidad para que no preste sus terrenos al servicio del narcotráfico, debido a que podría verse comprometida en problemas judiciales.
Algunos cargamentos
En una reciente operación de la Policía y el Ejército Nacional, se logró ubicar una camioneta marca Chevrolet Trailblazer, color blanco, con 100 kilos de clorhidrato de cocaína, listos para su comercialización, en Puerto Santander.
El vehículo estaba escondido en un parqueadero de esta localidad. La droga estaba camuflada en una caleta, en el baúl del carro.
La sustancia ilícita, valorada en $450 millones, iba a ser transportada hacia Venezuela.
Esta mercancía tiene un valor de 3.5 millones de dólares en el mercado internacional. Con esta incautación se evitó el comercio de más de 50.000 dosis de cocaína.
Según las investigaciones de las autoridades, esta droga pertenecía a la alianza entre el Clan Úsuga y el Eln.
Además, la Policía Metropolitana de Cúcuta, incautó la semana pasada, 654 kilos de marihuana que era transportada en dos camiones.