“Mataron al muñeco, mataron al muñeco”, eso repetían los residentes del barrio Palmeras, parte alta, después de que Alirio Becerra Becerra, fuera víctima de un ataque sicarial la noche del martes. Las incógnitas que dejó su muerte, siguen causando gran conmoción en sus vecinos.
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Fue la detonación de varios disparos, las que alertaron a la comunidad, algunos los asimilaron al sonido (explosivo) que hacen algunas motocicletas, pero otros sabían que era un mal presagio, pues cuando salieron de sus hogares la escena que encontraron fue completamente lamentable.
El hecho
El ataque se registró en la manzana 23 de este sector de la Comuna 8 de Cúcuta, alrededor de las 10:30 de la noche, cuando Muñeco, como era conocido, prestaba su servicio de vigilancia informal, cuidando una caseta de variedades en el sector.
Al parecer, mientras estaba sentado, en una silla de madera, fue sorprendido por un pistolero, quien sin mediar palabras comenzó a dispararle en varias ocasiones, causándoles varias heridas en su cuerpo. Cumplido el cometido criminal huyó del lugar y dejó el cuerpo agonizante de su víctima.
Los tiros llevaron a la comunidad, que en ese momento descansaba, a salir y averiguar qué era lo que había pasado, encontrando a Muñeco baleado.
“Él siempre se sentaba aquí a cuidar, pero se quedaba dormido, tal vez por eso no alcanzó a hacer nada cuando lo atacaron”, dijo un residente.
Al lugar de los hechos arribó una patrulla de la Policía Metropolitana de Cúcuta encontrándose con el cuerpo ensangrentado del hombre, a quien trasladaron de manera inmediata hasta el Policlínico de Atalaya para ser atendido por los médicos de turno, pero ante la gravedad de las heridas, falleció.
La Brigada Interinstitucional de Homicidios, Brinho, también llegó hasta la escena del crimen y se encargó de realizar la inspección técnica del lugar.
Durante las primeras pesquisas, las autoridades policiales conocieron que, al parecer, el victimario de Becerra, se movilizaba en una moto, pues algunos residentes afirmaron haberla escuchado cuando se alejaba.
Al cierre de esta edición, los móviles del hecho aún no habían sido establecidos por la Policía, por lo que aún se encuentran en la búsqueda de información que les permita dar con el paradero del responsable.
Estaba de celebración
Según la comunidad, el hombre, de 67 años, horas antes del ataque sicarial, se encontraba departiendo con varios vecinos en la caseta que cuidaba.
“Él estuvo con nosotros toda la tarde, viendo el partido. Ese día nosotros sacamos el televisor a la calle y estuvo compartiendo con todos, después de eso todos nos fuimos y se quedó cuidando el lugar”, aseguró un vecino.
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Según relataron algunos conocidos del hombre, era una persona que le gustaba el trago, sin embargo, ese día no tomó. Muchos lo recuerdan como un hombre alegre.
“No se quedaba quieto en ningún lado y se ofrecía a cuidar algunos sitios para ganarse unos pesitos de más”, dijeron.
A la vuelta de su casa y mientras cuidaba su segundo hogar, como lo aseguraron, ocurrió este ataque el cual no entienden porque si “era una persona que, al parecer, no tenía problemas con nadie”, afirmaron.
De acuerdo al reporte de Medicina Legal, la víctima recibió impactos en el pómulo, brazo y omóplato.
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