A 23 años y 6 meses de prisión fue condenado Ronald Fabián Grisales Moreno, alias Zorro, uno de los sicarios de Ever Carreño Corredor, alias Porras, tras encontrarlo culpable de por lo menos seis homicidios registrados entre junio y septiembre del año pasado. Entre ellos el de una lideresa comunal.
Los hechos se registraron en el área de influencia de la banda criminal Familia P: Antonia Santos, Brisas del Mirador, Sabana Verde, Nueva Ilusión y Belisario. Fue condenado por homicidio agravado, porte ilegal de armas y secuestro simple.
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El Zorro fue capturado el 8 de septiembre de 2023 junto con otro presunto sicario que estaba al servicio de Porras. Aunque se escapó de la estación de Policía de San Fernando del Rodeo, el 26 de octubre a las 2:20 de la madrugada, quince horas después lo recapturaron.
Desde entonces, su nombre no había vuelto a mencionarse hasta que este año, en mayo, apuñaló a Gonzalo Amado Arévalo, alias Chiquilín, en la estación de Policía de Villa del Rosario, dejándolo gravemente herido.
Ahora, cinco meses después, se dio a conocer su sentencia condenatoria por más de 280 meses, la cual, tendrá que pagar en la Penitenciaría de Cúcuta.
Según las autoridades, los homicidios en los que vinculan a Zorro serían los de Pedro Humberto Omaña Payares, Daniel Darío Matos Camacho, Keivi Danney Rangel Antúnez, Víctor Eduardo Suárez Parra, Vladimir León Gélvez y Yogladis Ayala Moreno.
Amarrado y torturado
Los insistentes latidos de los perros alrededor de la manzana N, de la invasión Nueva Ilusión, que colinda con el anillo vial occidental, a las 10:00 de la noche del 6 de junio de 2023, fueron el presagio de una macabra escena que finalmente fue descubierta tres días después, cuando los habitantes del lugar hallaron el cadáver de un hombre que fue identificado como Pedro Humberto Omaña Payares.
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La víctima estaba atada de pies y manos, con una herida abierta en el brazo izquierdo. Además, su cuerpo estaba cubierto de cemento, lo que llamó la atención de las autoridades. El hombre tenía puesto un camibuso gris y un bluyín.
A las 12:30 de la tarde del 9 de junio, varias personas se acercaron al lugar de donde se oyeron los perros y así encontraron el cuerpo y de inmediato alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta.
En un canal de aguas negras
A las 2:00 de la tarde, del 11 de junio del año pasado, una persona que ingresó al lote, que está en la manzana 19 de la Ciudadela El Progreso, observó que en la orilla de un canal de aguas negras había algo extraño y al acercarse, descubrió que se trataba del cuerpo de Daniel Darío Matos Camacho, que estaba en ropa interior, tirado boca arriba sobre unas rocas y con tres puñaladas en el abdomen y el cuello.
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La persona salió corriendo hasta unas viviendas y les avisó a las personas lo que acababa de ver, por lo que rápidamente llamaron a la Policía.
En el sitio los investigadores encontraron varias manchas de sangre, por lo que creen que la víctima habría ingresado al lote, junto con el asesino, la noche anterior.
Cuando ambos estaban parados sobre las rocas habrían discutido y en ese momento lo apuñalaron.
Lo mataron y revolcaron la casa
La noche del 22 de junio de 2023, tres hombres y una mujer ingresaron hasta la vivienda de Keivi Danney Rangel Antúnez, ubicada en la invasión Brisas del Mirador, y lo asesinaron a balazos.
A las 9:00 de la noche, la víctima dormía en una de las habitaciones de la vivienda, ubicada en la avenida 55 con calle 6 de esa invasión que está ubicada cerca del barrio Antonia Santos.
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En ese momento, los pistoleros, que vestían de negro, llegaron a la residencia y comenzaron a patear la puerta, alertando al albañil, por lo que corrió hasta la entrada para forcejear e impedir que ingresaran.
Segundos después, los pistoleros entraron a la casa, por lo que Rangel Antúnez trató de esconderse en una de las habitaciones, hasta donde llegaron los desconocidos y le dispararon en la cabeza.
Tras cometer el crimen, los agresores revolcaron toda la casa como si algo estuviesen buscando.
Por una equivocación
El 14 de julio a las 10:30 de la mañana cuando Víctor Eduardo Suárez Parra trabajaba en el lote que, al parecer, un familiar le habría regalado el terreno para que construyera una humilde vivienda, se le acercaron dos hombres y le preguntaron su nombre.
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Tras escuchar la respuesta de la víctima, los agresores comenzaron a decirle que él era Caracas, segundos después, uno de ellos desenfundó un arma y le disparó en el pecho. Luego huyeron por un camino que los lleva a la parte baja de ese sector.
El sonido del balazo alertó a los habitantes, quienes salieron y observaron el cuerpo sin vida.
Frente a su pareja
Entre los familiares de Vladimir León Gélvez había desespero, sangre, dolor y resignación, la noche 14 de julio de 2023, momentos después de que él fuera atacado a balazos, en el barrio Antonia Santos, de la ciudadela Juan Atalaya.
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Antes de las 8:00 de la noche, un pistolero, de contextura delgada, que tenía una gorra y el pelo pintado de amarillo, se le acercó a León Gélvez, quien caminaba junto con su pareja, por la calle 24A con avenida 54, alrededor del puente peatonal que está a la entrada de Antonia Santos, y le disparó en dos oportunidades en la cabeza y la espalda, dejándolo gravemente herido.
La víctima fue trasladada hasta el Policlínico de Atalaya, pero rápidamente fue remitido a una clínica, donde a la 1:30 de la madrugada del día siguiente, falleció.
No fue ningún robo
El 22 de agosto del año pasado hacia la 1:50 de la madrugada, tres hombres llegaron hasta la vivienda de Yogladis Ayala Moreno, una lideresa comunal del barrio Sabana Verde de Cúcuta, en donde se encontraba con sus dos hijas.
Dos de los presuntos asaltantes entraron a la casa por la parte trasera, mientras que el otro delincuente tocó la puerta. Cuando la mujer abrió, el ladrón le apuntó con un arma mientras que sus cómplices la obligaron a meterse a una habitación.
Los atracadores obligaron a la mujer y a las dos niñas a permanecer en silencio, mientras revisaban qué objetos de valor podían robarse.
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En ese momento, Yogladis Ayala se abalanzó sobre uno de los delincuentes y comenzaron a forcejear hasta que el desconocido le disparó en la cara, dejándola tirada encima de una cama.
Una vez los tres asaltantes vieron que la víctima estaba gravemente herida, huyeron con la motocicleta, un celular y un portátil.
Aunque en un principio se habló de que todo había sido un robo, las investigaciones determinaron que los criminales fueron El Mico y Zorro.
Según las autoridades, Porras ordenó el asesinato porque la lideresa comunal constantemente ahuyentaba a los consumidores y expendedores de drogas de Sabana Verde, afectándole el negocio del microtráfico.
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