En Puerto Santander el crimen y la violencia son tan comunes, que a pocos metros del cadáver de Jesús Hernando Rangel Santos, quien era conocido como Cucú o Chucho, un grupo de hombres disputaba un partido de microfútbol, como si nada hubiera pasado.
El asesinato de este hombre ocurrió en la vereda El Dave, a la entrada de este municipio del área metropolitana de Cúcuta, a las 3:00 de la tarde, cuando Rangel caminaba por este sector y fue atacado con al menos siete balazos por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta.
De los homicidas solo se conoció que después de acabar con la vida de ‘Cucú’, huyeron con dirección hacia el corregimiento Aguaclara, zona rural de Cúcuta, sin darles algún chance a las autoridades para que los capturaran.
El cadáver de Rangel quedó tendido a un costado de la carretera, en el kilómetro 57, hasta donde arribaron los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para practicar la inspección en la escena del crimen y el levantamiento, para finalmente trasladar el cuerpo al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.
Una familiar de la víctima aseguró que Jesús Hernando Rangel trabajaba vendiendo gasolina y que frecuentaba el lugar donde fue asesinado.
Recordó que Rangel siempre fue “desordenado”, pero era una buena persona. La víctima dejó dos hijos menores de edad, con los que vivía en Puerto Santander.
Los líos judiciales
El 27 de febrero de 2014, Jesús Rangel fue capturado por los delitos de concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas, señalado por las autoridades de pertenecer a la banda criminal Los Rastrojos.
Según se conoció, ‘Cucú’ cayó junto con otra persona, cuando pretendían secuestrar a un hombre de 24 años, en el barrio La Isla, de Puerto Santander, para posteriormente asesinarlo, porque al parecer, pertenecía a otra estructura delincuencial.
En ese momento, la víctima les aseguró a las autoridades que los dos hombres la interceptaron en el sector conocido como Patio de los Locos y la obligaron a subirse a una motocicleta, cuando finalmente el hecho fue frustrado por unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
De ‘Cucú’ también se conoció que cumplía funciones de patrullajes en el casco urbano de Puerto Santander al servicio de Los Rastrojos y además, le prestaba seguridad a un jefe de la organización criminal, portando un fusil AK 47, además de granadas.
El preacuerdo
Jesús Rangel, de 38 años, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía por lo que obtuvo un 40 por ciento de rebaja en la pena que pagó en prisión.
En febrero de 2015, un juzgado especializado de Cúcuta aprobó el preacuerdo, pero lo condenó sin el beneficio de casa por cárcel.
Rangel Santos recobró la libertad hace un año y medio y desde ese momento, según los familiares, decidió trabajar vendiendo gasolina.
La doliente aseguró que no conocían amenazas o problemas en su contra, por lo que no conocen las razones por las que su ser querido fue asesinado.
Más asesinatos en esa población
A finales de marzo, en esta misma población que es fronteriza con Venezuela, asesinaron a Jeferson Martín Aguilar Vergel.
El crimen se registró en el sector Los Gaviones, de la vereda El Diamante. Allí fue hallado el cadáver de la víctima con siete impactos de bala.
Lo extraño para los familiares de Aguilar es que él siempre se caracterizó por ser un hombre noble, alegre, servicial y al que no le gustaba meterse en problemas. Por eso, no comprenden qué desencadenó la muerte de su ser querido.
“Era la persona más tranquila y sana que yo conocía. No le gustaba meterse con nadie y ni siquiera salía de la casa ni a tomar licor. Siempre fue dedicado a sus hijos y a su hogar con su familia”, recordó la compañera sentimental en el momento del hecho.