Elías Pardo Arias, de 45 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza, en la trocha El Águila, que de la urbanización Nuevo Escobal lleva hacia la población de Ureña en Venezuela.
El hecho se registró el viernes 26 de junio, hacia las 11 de la mañana, en ese paraje que es frecuentado por contrabandistas y por decenas de migrantes para cruzar por el río Táchira hacia uno y otro lado, pese a que la frontera de los dos países está oficialmente cerrada.
En ese sector cercano al puente internacional Francisco de Paula Santander, que ha sido escenario de varios asesinatos, están asentadas familias del pueblo Yukpa, provenientes de la Serranía de Perijá, en territorio venezolano.
Pardo Arias, sin más datos conocidos, al parecer, habría llegado hasta ese lugar a cumplir una cita, cuando fue baleado, frente a un hermano que lo acompañaba.
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Sin embargo, esa versión no fue confirmada por las autoridades judiciales, que recibieron el testimonio del familiar, de nacionalidad venezolana, quien dijo desconocer los motivos por los que le quitaron la vida a Elías.
Expertos forenses de la Brigada Interinstitucional de Homicidio (Brinho), tras comprobar que el cuerpo había quedado del lado colombiano, procedieron a hacer la inspección técnica a cadáver y las indagaciones preliminares. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no habían entregado ninguna versión sobre este nuevo hecho de sangre.
Trascendió que las trocha El Águila, La Isla de la Fantasía, La Carbonera y otras del sector El Escobal, han sido controladas por bandas organizadas como La Línea y más recientemente el Tren de Aragua, que han sembrado el terror mediante asesinatos y desapariciones de personas que se habrían negado a pagar extorsiones, algunas de ellas que han extendido su imperio a otros sectores de Cúcuta.
El cuerpo permanece en Medicina Legal.