La tranquilidad de la zona céntrica de la ciudad se vio interrumpida por un nuevo hecho violento que volvió a encender las alarmas de la comunidad cucuteña. Siendo la 1:01 p.m., sujetos a bordo de dos motocicletas, línea GN, irrumpieron a bala en la avenida 8 entre calles 12 y 13.

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Los desconocidos, al parecer, venían siguiendo a unos hombres que se movilizaban en una camioneta venezolana Mitsubishi blanca, de placa A18BK4F, en la que se desplazaría un comerciante.

El vehículo llegó y se estacionó en la esquina del local número 12 - 80, los sujetos siguieron con normalidad, uno de ellos quedándose estacionado en la misma esquina, presuntamente ‘campaneando’ la zona, y el otro le dio la vuelta a la manzana.

Acto seguido, regresó a donde estaba esperándolo su compañero, procedieron a estacionarse con las motos frente al establecimiento, las dejaron prendidas, y procedieron a entrar a un almacén de venta de PVC con la finalidad, presuntamente, de robar.

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En un momento inesperado se oyeron varias detonaciones en el interior, puesto que un escolta reaccionó con su arma de dotación, abatiendo a uno de los presuntos delincuentes.

Fue en ese momento que testigos alcanzaron a observar cómo uno de los sujetos salió corriendo, mientras que el otro quedó tendido en el suelo bajo un charco de sangre. Este hombre murió en el lugar de los hechos y su identidad no ha podido ser confirmada por las autoridades.

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Le dieron una paliza 

Mientras la zona se llenaba de curiosos que se acercaban a ver qué era lo que había pasado, el presunto ladrón que sobrevivió, estaba corriendo con el casco puesto, ya que los residentes lo querían linchar.

El sujeto logró correr varias cuadras, pero no fueron suficientes sus esfuerzos; los vecinos unieron fuerzas y lograron alcanzarlo, dándole una brutal paliza, aprovechando la ausencia de las autoridades.

La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) hizo presencia en el lugar de los hechos, logrando salvar al presunto ladrón de aquella golpiza a la que lo tenía sometido la comunidad, esto con la finalidad de que no lo fueran a noquear por completo.

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De igual forma, eso no impidió que la multitud le siguiera dando golpes; el sujeto recibió, por lo menos, cuatro golpes con un casco, puños en diferentes partes del cuerpo, en especial en la cabeza, al igual que patadas, sobre todo en las piernas, todo esto acompañado de infinidad de insultos.

Ni los uniformados lograron persuadir a la comunidad, puesto que todo esto sucedió mientras ellos trataban de trasladar al sujeto, en una motocicleta, hacia una estación policial. La captura se dio en flagrancia, el hombre arrestado tampoco ha podido ser identificado. En su poder tenía un revólver. Las dos motocicletas en las que se desplazaban quedaron en el lugar del hecho.

La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) hizo presencia realizando el levantamiento del cadáver del presunto ladrón.

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