El parqueadero de la Urbanización Cormoranes, justo en la entrada a la trocha de ese mismo nombre, que comunica con el Anillo Vial Occidental, fue el escenario de un confuso y despiadado hecho de sangre que acabó con la vida de un joven, cuya identidad sigue siendo un misterio para la comunidad y también las autoridades.

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De aquel joven que llegó hasta este sector, donde no lo conocían los vecinos, vistiendo un bluyín y una camiseta negra con un estampado blanco, no se supo mucho. Fue minutos antes de las 7:00 p.m. del pasado miércoles, 10 de septiembre, que dos sujetos lo interceptaron para fulminarlo.

Los desconocidos, de los que no se tiene ningún rastro, le dispararon en repetidas oportunidades, varias de esas en la cabeza, dejando al joven tendido en el parqueadero de las torres con una escena oscura y sangrienta.

Tras unos momentos, la comunidad alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y una patrulla llegó al sitio para atender la situación. Mientras los uniformados adelantaban la investigación preliminar, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) llegó para inspeccionar la escena.

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En medio del levantamiento se dieron cuenta que el hombre no portaba documentos de identidad, además el mensaje de la comunidad a la Policía fue claro: “no sabemos quién sea ese muchacho”, dijeron sobre el joven de aproximadamente 20 años, que tenía un tatuaje de un revólver en la mano derecha.

En el sitio, quedaron restos del ataque, entre esos una mancha de sangre, restos de bala e incluso un proyectil completo que no fue recogido por las autoridades y permanecía en el sitio al otro día.

Sin embargo, un individuo habría dado una pista de quién podría tratarse, y vendría desde el barrio Ospina Pérez de Cúcuta.

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¿Desapareció una mercancía?

Alguien le dijo a los uniformados que el sujeto era habitual de la calle 17 con avenida séptima de Ospina Pérez, hasta allá fueron las autoridades y, a pesar de que la identificación sigue en proceso, ya parecen haber obtenido más pistas sobre los móviles del hecho.

La víctima habría sido citada en este complejo punto de la ciudad por desconocidos, con motivos aún por esclarecer.

La información judicial señala que el joven habría sido víctima de un ajuste de cuentas: “A él le entregaron una mercancía para que la vendiera, pero no la devolvió, ni entregó el dinero, ni dio resultados, se conoció que trabajaba bajo la modalidad de expendedor domiciliario, aunque no se sabe si los autores del crimen fueron Los Mexicanos o una banda rival”, reveló una alta fuente policial.

La información aún es preliminar, pero las autoridades hacen todo lo posible por seguirle el rastro al sujeto, tratar de esclarecer su identidad y los móviles detrás del violento asesinato.

Por redes sociales la noticia fue difundida y algunos empezaron a identificarlo desde otro municipio.

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¿Era de El Zulia?

“Él se llama Cristian y vivía en el barrio Santander de El Zulia”, dice un comentario en Facebook de personas que, al parecer, lo habrían reconocido como un zuliano más víctima de la violencia en el área metropolitana.

La información aun es escasa y las autoridades no descartan ninguna de las dos versiones, hasta que los familiares se presenten en las instalaciones de Medicina Legal para completar el reconocimiento completo del cadáver.

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