Con miradas tristes y devastadas, los familiares del intendente de la Policía Tomas Andrés Paredes prefirieron guardar silencio, ante el dolor de haber perdido a su ser querido, asesinado el viernes en la noche, a las afueras de un estanco en la avenida 8 del barrio Prados de Este.
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En una de las cámaras de seguridad, quedó evidenciado como a las 6:32 de la noche dos sujetos, uno en una motocicleta y otro a pie, se acercaron al suboficial cuando éste dialogaba con una empleada del local.
Luego, como cerciorándose que era la persona correcta, el desconocido que apretó el gatillo, le tocó el hombro para llamar su atención y el intendente volteó a mirarlo. Allí sin mediar palabras, Tomas Andrés recibió dos disparos a muy poca distancia de su cabeza y se desplomó en el suelo.
Según testigos, el intendente salió de un carro para comprar cocteles y volver de nuevo al vehículo, sin embargo, trágicamente su suerte fue otra.
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Sin ningún reparo en la escena que acababan de perpetrar, el otro delincuente que acompañaba al homicida, se acercó a robarle, al parecer, su arma de dotación y rápidamente se acercó a su motocicleta, en donde ya lo estaba esperando su cómplice, para huir con dirección al Anillo Vial Oriental.
Como Tomas Paredes todavía contaba con signos vitales, lo trasladaron a la clínica Medical Duarte para que expertos intentaran salvarle la vida, pero los tiros habían afectado una parte importante de su cabeza y falleció minutos más tarde por la gravedad de sus heridas.