En medio de este complejo panorama, las autoridades adelantan la inspección de un vehículo sospechoso, abandonado desde ayer en la zona rural de Ocaña, específicamente en el sector de Parque 34.
La presencia de posibles artefactos explosivos ha generado temor entre los habitantes, quienes han sido testigos del recrudecimiento de hechos violentos en la región.
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Según conoció La Opinión, las autoridades han desplegado un operativo para verificar la amenaza y garantizar la seguridad de la comunidad.
La creciente inseguridad en Norte de Santander, marcada por atentados, enfrentamientos entre grupos armados y ataques con explosivos, ha convertido a la región en un escenario de constante tensión. Mientras se adelantan las investigaciones sobre este nuevo hallazgo, la ciudadanía exige mayores esfuerzos por parte del Estado para frenar la escalada de violencia que azota el territorio.
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