El año pasado Norte de Santander reportó un total de 117 personas que tomaron la mala decisión de quitarse la vida (97 hombres y 20 mujeres). Una cifra cercana a la registrada en el vecino Santander (110), pero distante en comparación con la aterradora situación de Antioquia donde se contabilizaron 554 casos para un gran total de 3.145 suicidios en todo el país en 2023.
El reporte entregado por el Instituto Nacional de Medicina Legal deja en evidencia un aumento en comparación con años anteriores en Norte de Santander (86 en 2020), (101 en 2021), (88 en 2022), pero también una ventana abierta al tema de la salud mental.
En matemáticas, para dar con el resultado hay que entender el problema e identificarlo. Parece una cosa obvia, pero no tanto cuando se quiere aplicar esa premisa a los problemas de cualquier persona.
Y casos pueden haber muchos, como el de Juliana*, una mujer que siempre se mostró fuerte, positiva, alegre y poniéndole el pecho a un montón de problemas que cargaba a cuestas.
Pero sin entrar en detalles, con el pasar de los años, esa carga la superó y llegó el punto en que se quiso quitar la vida, sin importar el hecho de tener un pequeño hijo.
Su pareja logró salvarle la vida, impidiendo que se lanzara desde lo alto de un edificio, pero en ese momento Juliana tocó fondo y fue consciente de todos sus problemas y ahí sí, al reconocerlos, buscó ayuda y hoy continúa su tratamiento.
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Señales de alerta
En concepto de la sicóloga Daniela González Román, para identificar un problema de salud mental, primero hay que tener claro que se trata de un estado de bienestar, con factores emocionales, mentales y sociales. “Cuando estas áreas se vean afectadas podemos decir que nuestra salud se está viendo perjudicada, porque cambia nuestra forma de pensar, interpretar y más aún se ve reflejado en nuestro estado de ánimo, ya que este varía con facilidad”.
La profesional expone que hay una serie de señales de alerta primarias que cualquier persona puede identificar para sumarse a esta atención de una persona con problemas de salud mental. Estas señales son:
- Dificultad para conciliar el sueño e insomnio.
- Cansancio.
- Cambios de humor constantes.
- Aislamiento.
- Se dejan de hacer actividades básicas o que antes se disfrutaban.
- Dificultad para controlar pensamientos.
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Quitar los estigmas
“¿Ir a un sicólogo? Pues cómo, ¿acaso estoy loco?” es quizá una respuesta muy común cuando buscamos ese tipo de profesionales.
¿Cuál es el miedo de ir al sicólogo? De acuerdo con el doctor y dirigente político Luis Bernardo Vélez, quien avanza en una investigación sobre el asunto, es claro en que hay un estigma que recae justamente sobre estas personas, el cual impide que identifiquen plenamente un problema de salud mental.
“Hablamos muy fácil de que tenemos una migraña, un cólico o cualquier dolencia física, pero no hablamos tan fácil de una situación emocional o una enfermedad mental, porque eso todavía se estigmatiza y discrimina mucho”.
Y expone casos donde los mismos docentes en los colegios públicos o privados pueden terminar haciendo lecturas erradas y se puede interpretar un comportamiento de un niño como simple rebeldía, cuando detrás pueden haber casos de depresión u otros.
Por eso, insiste en que todavía la oferta pública de atención en estos temas sigue siendo limitada. En los colegios puede haber un sicólogo para 500 a 1 000 estudiantes.
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González Román agrega que “como familiares o en calidad de cuidadores de una persona con una enfermedad mental, debemos mantener un acompañamiento constante, brindar una escucha activa sin juzgar ni dar juicios de valor. No asumiendo lo que siente el otro, sino tratando de comprender su sentir y su situación”.
Otras cifras
Medicina Legal reportó que en 2023 Cúcuta ocupó el primer lugar en suicidios con 51 casos, seguido de Ocaña (14), Tibú (8), Villa del Rosario (6) y Ábrego (5). Pamplona y El Carmen reportaron 4, cada uno, seguidos de Convención, Hacarí, San Calixto y Sardinata, que entre todos sumaron 12.
Con dos casos se reportaron Teorama y Gramalote y con uno los municipios de Cácota, Chinácota, Cucutilla, El Zulia, La Playa, Labateca, Los Patios, Puerto Santander y Salazar de la Palmas.
En enero del presente año, en el departamento 12 personas (9 hombres y 3 mujeres) se habían quitado la vida. Cinco de estos casos ocurrieron en Cúcuta, 2 en Pamplona y de a uno en Chinácota, Cucutilla, El Carmen, Los Patios y Lourdes.
En 2019, mediante la Ordenanza 027, se creó la política pública de salud mental de Norte de Santander. En diciembre de 2023 el Instituto Departamental de Salud reportó que la misma quedó estructurada y andando en los 30 municipios seleccionados, cuyas bases permiten ponerla en marcha.
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