El puente festivo siempre significa días muy movidos y con mucha afluencia para el reconocido balneario Pozo del Amor, a la salida de Cornejo, en San Cayetano; sin embargo, el fin de semana terminó convirtiéndose en una tragedia para Junior Evelio Amaya Palacios, quien fue asesinado en el sitio, a plena luz del día, y frente a los visitantes del lugar.

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Alrededor de las 3:00 de la tarde del 1 de junio, en el establecimiento comercial, a las orillas del río Peralonso, un sujeto entró a las instalaciones, empuñó un arma de fuego y disparó sin mediar palabras contra Junior, el propietario del sitio, impactándolo en siete ocasiones, para posteriormente darse a la fuga.

La música alta y las risas de los visitantes quedaron silentes frente al ataque a mano armada. El hombre, de 45 años, cayó gravemente herido, mientras las personas que disfrutaban a la orilla del río se pusieron a salvo. Los allegados de Junior corrieron para trasladarlo de emergencia a un centro asistencial, a donde también llevaron a una mujer herida en una pierna.

Minutos después, llegaron al hospital del municipio de El Zulia, donde le prestaron atención de urgencia para tratar de salvarle la vida; sin embargo, debido a la gravedad de las heridas y tras instantes de luchar por su vida, Junior fue declarado muerto.

La mujer atendida en el mismo centro médico está fuera de peligro y en recuperación.

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Por los problemas de seguridad de este sector, las autoridades no pudieron acudir al balneario ni al hospital. Fue un servicio funerario el encargado de trasladar el cadáver hacia medicina legal, en Cúcuta, donde le hicieron la inspección técnica, para establecer el tipo de arma utilizada en el crimen.

Los móviles detrás de este asesinato aún son un misterio para las autoridades, quienes sospechan que pueda tratarse de un tema personal, por la forma en la cual se ejecutó el hecho. Tampoco descartan que se relacione con temas económicos. La investigación continúa y no se descarta ninguna hipótesis.

Para la comunidad, también fue una desagradable sorpresa enterarse del fallecimiento de Junior. En redes sociales, los clientes del local comentaron que siempre recibían un muy buen servicio cuando acudían a su establecimiento. Amigos y allegados no se explican qué pudo haber desencadenado este hecho de sangre, que tiene conmocionada el área metropolitana de Cúcuta.

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Se acabó la fiesta

Horas después de los hechos, el ambiente era desolador en el Pozo del Amor, lejos de lo que era un lunes festivo habitual lleno de visitantes. En la mañana siguiente solo había una persona en las instalaciones, un amigo de la víctima, a quien le habían encomendado cuidar el lugar desde la noche anterior.

“Cerrado, no pase”, decía un letrero en la recepción, dirigido a aquellas personas que llegaran al negocio, inconscientes de lo que había acontecido horas atrás.

Esta persona quedó momentáneamente en un lugar lleno de recuerdos y nostalgia, y contó que Junior había heredado el balneario de su familia. Sostuvo que había cosechado una larga amistad con el fallecido.

Mientras las lágrimas bajaban por su rostro, recordó que este suceso deja una familia de luto, una comunidad consternada y dos hijos de muy corta edad sin su padre. En tanto, los seres queridos de la víctima se trasladaron a Cúcuta para gestionar los procedimientos de la defunción.

Los residentes de la zona mostraron su preocupación por estos hechos, y esperan que la justicia actúe y puedan dar con los responsables de este asesinato que oscureció lo que parecía ser una jornada de alegría en San Cayetano.

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