Este miércoles se cumplen 18 años de aquel fatídico día que vivieron los habitantes de los departamentos Quindío y Risaralda, cuando la tierra se movió por 28 segundos durante el terremoto del Eje Cafetero.
El fuerte temblor dejó 1.185 muertos, 731 desaparecidos, 8.523 heridos y 159.000 damnificados que perdieron sus casas, según la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal). (Lea: Informe de la Cepal sobre el terremoto)
Aquel lunes, 25 de enero de 1999, Colombia y el mundo se conmocionaron por esta tragedia. El movimiento telúrico de 6,2 grados en la escala de Richter se registró a la 1:19 de la tarde y golpeó a varios municipios, principalmente a Armenia y Pereira.
El sísmo, que tuvo una profundidad de 10 kilómetros, también afectó a varias poblaciones de Valle del Cauca y Tolima. Su epicentro se localizó en el municipio Córdoba de Quindío.
En esa época, Armenia, capital de esta región, quedó devastada.
Tras el temblor, una réplica de 5,8 grados terminó de derribar lo que quedaba en pie. De acuerdo con la Red Sismológica Nacional de Colombia se registraron 138 réplicas en el mes siguiente, algunas hasta de 4,4 grados, lo que mantuvo el pavor de los ciudadanos cafeteros.
Los daños materiales fueron contabilizados en 45.019 viviendas y 6.408 fincas cafeteras afectadas y pérdidas por más de 2.000 millones de dólares. La catástrofe natural marcó a la población y golpeó fuertemente la economía de esta zona y del país.