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La travesía de los niños venezolanos para hallar un cupo escolar
Cúcuta y Villa del Rosario son los que manejan las matrículas más altas de esta población.
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Keila Vilchez
Keila Vílchez B.
Sábado, 25 de Enero de 2020

Rosa Gutiérrez llegó a Cúcuta en septiembre del año pasado junto con sus dos niñas, de 8 y 12 años. La más pequeña no terminó el segundo grado en el poblado de Carora, estado Lara, porque la maestra dejó abandonado el cargo. La mayor culminó el sexto grado.

Ingresaron las tres al país con la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF) por el puente internacional Simón Bolívar. Rosa fue recibida por una amiga en su casa, en el barrio Antonia Santos, y por recomendación de su paisana, comenzó a buscarle cupo al par de menores.

“Yo me vine solamente con la cédula de la mayor y de la menor la partida de nacimiento, pues me dijeron que en Colombia las niñas no necesitaban de los papeles del colegio para estudiar porque no pedían nada”, se excusó Rosa.

La cruzada de esta madre por encontrar dos puestos en cualquier colegio de Cúcuta tuvo un comienzo duro. “En todos me decían que las niñas debían tener el PEP (Permiso Especial de Permanencia) o la visa de estudiante. Así me cerraron muchas puertas”.

Lo vivido por Rosa lo replicaba en otro extremo de la ciudad Maritza Perdomo, una caraqueña con una hija de 16 años que vino a terminar su bachillerato en Cúcuta.

“Venimos desde Caracas a Colombia, y lo primero que estamos haciendo es buscarle cupo a la niña para que termine el bachillerato, pero hemos estado de un colegio a otro, y desde allí nos envían a la Secretaría de Educación y desde esta a los colegios”, cuenta.

Lograr la inscripción de la adolescente les ha costado dinero que no tenían previsto gastar, sobre todo en pasajes, en una ciudad apenas conocida para ellos. 

El Ministerio de Educación Nacional y Migración Colombia emitieron unas directrices a través de la Circular Conjunta número 16 del 10 de abril de 2018, en la cual se establece el instructivo para la atención de los niños venezolanos en los establecimientos educativos del país.

A pesar de estos lineamientos, son muchas las trabas que se encuentran los padres de familia de los niños venezolanos al intentar hallar un cupo en los colegios.

La secretaria de Educación de Norte de Santander, Laura Cáceres Niño, explicó que en el caso de los colegios del departamento se ha dado la indicación de facilitarles el proceso de matriculación.

Sin embargo, precisa que preocupa a los rectores el hecho de que muchos de estos alumnos se convierten en población flotante, porque los padres llegan con miras de seguir a otras ciudades y países de la región y los niños no tienen una continuidad escolar.

Estas son algunas de las trabas:

Sin documentos

Los niños llegan sin ningún tipo de documento que los regularice en Colombia y esto es utilizado como excusa para negarles el cupo. Ciertamente, los estudiantes venezolanos deben estar regularizados, pero en la circular conjunta se estipula que los niños pueden ser matriculados con el Código NES, que es un número que les crea el colegio con la aprobación de la Secretaría de Educación.

El secretario de Educación de Cúcuta, Carlos Arturo Charria, explicó que el proceso de matriculación para los niños migrantes se está realizando según la circular 0213 de 2018. 

“El estudiante debe presentarse ante la institución educativa con el documento de identidad (visa, PEP o Tarjeta de Movilidad Fronteriza, TMF). Si el estudiante no cuenta con ningún documento de identificación, la institución le asignará el código NES para que al momento de realizar el proceso de matrícula en el Sistema Integrado de Matrícula (Simat), no haya ningún incoveniente, garantizando el acceso al servicio educativo”, explicó.

Sin embargo, los padres deben comprometerse a regularizarlos durante el año escolar.

En la circular se especifica que pueden estudiar con visa estudiantil, pero para adquirirla se requieren una serie de documentos apostillados, proceso que en Venezuela cuesta mucho dinero y se les hace imposible lograrlo.

 El gobierno colombiano emitió una circular conjunta entre el Ministerio de Educación y Migración Colombia donde se establecen los lineamientos de matriculación.

 

Sin informes de estudios

Los estudiantes llegan de Venezuela sin los informes o documentos que avalen cuál fue el último grado que cursaron en el vecino país.

Sin embargo, la Secretaría de Educación de Cúcuta emitió una circular del 13 de enero de este año en la cual explica a los rectores que existe un proceso de validación de grados. Esta validación de estudios se hace a partir del quinto grado por medio de la oficina de inspección y vigilancia de la secretaría.

“Para los grados anteriores ustedes son autónomos de practicar una nivelación de saberes y ubicar al estudiante en el grado que le corresponda”, indica la circular a los rectores.

Estas pruebas son gratuitas, especifica el documento. Sin embargo, algunos padres indican que están cobrando 5.000 pesos por prueba y 10.000 pesos por la guía de estudios sobre lo que saldrá en la prueba.

Colegios lejanos

En el último registro que hizo a finales del año pasado la Secretaría de Educación de Cúcuta para saber aproximadamente cuántos niños estaban fuera del sistema educativo en la ciudad, se dieron cuenta de que una gran proporción eran venezolanos.

En los últimos años Cúcuta ha sido una de las ciudades que ha recibido una mayor cantidad de niños migrantes. En 2017 la cifra fue de 796 alumnos venezolanos en las aulas cucuteñas, y esta cifra para el 2018 creció a 4.027 estudiantes. Mientras que el año pasado el sistema educativo municipal atendió a 9.317 alumnos, sin contabilizar los 10.789 que están repartidos en los 39 municipios restantes del departamento.

Según el último consolidado entregado por la cartera educativa municipal, este año ya estaban matriculados unos 9.899 escolares venezolanos, y aún el proceso de matriculación está abierto. De esta cifra hay 700 nuevos.

En este registro, además, se dieron cuenta de que la mayoría de estos menores están viviendo en los barrios y asentamientos ubicados en el anillo vial occidental y los colegios situados en este perímetro ya tienen su capacidad instalada copada.

Es decir, que los colegios donde aún hay cupos están muy lejos del lugar de residencia de estos niños, y les sería imposible estudiar en ellos porque les implica gastos de transporte.

Costos

Estas familias que llegan a Norte de Santander por lo general se ubican en barrios de estratos bajos y no cuentan con los recursos para costear la compra de útiles, uniformes, libros, transporte. 

“Yo le estoy buscando cupo, porque me dijeron que en el colegio le iban a dar la comida y eso es urgente para nosotros”, dijo Yajaira Rincón, quien llegó de Venezuela a mediados del año pasado y vive en el barrio El Rodeo.

El año pasado, a través de organismos de cooperación internacional, un grupo de niños venezolanos y colombianos en condiciones vulnerables recibieron un kit escolar que incluía el morral con útiles escolares. 

Se espera que este año se hagan similares donaciones por parte de estas entidades internacionales.

Colegios con cupos 

En Cúcuta existen siete instituciones educativas con aproximadamente 1.000 cupos disponibles.

La información fue aportada por el secretario de Educación de Cúcuta, Carlos Arturo Charria, quien detalló que estos colegios son: Pablo Correa León, Luis Carlos Galán, José Eusebio Caro, colegio Municipal María Concepción Loperena, Padre Rafael García Herreros, José Aquilino Durán y San José de Cúcuta.

En estos colegios ya no hay cupos: Sagrado Corazón de Jesús, Normal María Auxiliadora, Nacional de Comercio, Policarpa Salavarrieta, Monseñor Jaime Prieto Amaya, Pedro Cuadro Herrera, Mercedes Ábrego, Bicentenario y
Santo Ángel.

Sin títulos de bachilleres

La secretaria de Educación de Norte de Santander, Laura Cáceres Niño, explicó que del año pasado hay ocho estudiantes venezolanos  sin documentación regular en Colombia que les impide obtener el título de bachiller.

Pero, además, este año se matricularon 66 para el grado undécimo que tampoco cuentan con la documentación y quedarían en la misma situación que los ocho anteriores.

El secretario de Educación de Cúcuta, Carlos Arturo Charria, explicó que al cierre de 2019 se tiene un registro de 237 estudiantes migrantes que presentan inconvenientes para obtener su título de bachiller, ya que no cuentan con el documento de identidad exigido para la obtención del grado.

“En este caso, cabe resaltar que junto con el Ministerio de Educación se está trabajando en un proyecto para expedir el Permiso Especial de Permanencia Educativo, el cual se espera implementar este año”, dijo.

Este Permiso Especial de Permanencia para el sector educación (PEP-E) sería un documento de regularización migratoria dirigido a niños, niñas y adolescentes venezolanos que se encuentran matriculados en el sistema educativo colombiano en los niveles de preescolar, básica, media, y que no poseen un documento de identificación válido en Colombia como el PEP o la visa estudiantil, es decir, que están en condición migratoria irregular.

Con este documento estos estudiantes podrían recibir ya su título de bachilleres.

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